¿Mejores condiciones de vida?

Conjunto habitacional en Monte Santo (Bahia)


¿Es siempre cierto acaso que una política habitacional redunda en mejores condiciones de vida para el conjunto de la población?

A título de autocrítica (V)

En el Plan Quinquenal de Vivienda vigente en el período 2015-2019 se afirma:

La incidencia de la vivienda y el entorno habitacional con la construcción de una sociedad más integrada, es indiscutible. Una política habitacional debe habilitar y promover procesos de integración social, de seguridad, oportunidades educativas, laborales, culturales y de condiciones sanitarias adecuadas, pues ello redunda en mejores condiciones de vida para el conjunto de la población.

Analicemos
¿Es siempre cierto acaso que una política habitacional redunda en mejores condiciones de vida para el conjunto de la población?

No es cierto. En no pocas ocasiones, una mejora puntual de condiciones se ve acompañada por una localización desfavorable desde el punto de vista urbano.

Es hora de abordar políticas estratégicas del habitar que propendan a estimular, propiciar y dirigir el desarrollo urbano y territorial integral de los lugares para vivir.

Insuficiencia de la política de vivienda

Conjunto Rioja, Buenos Aires, Argentina.


¿Una política social sectorial o qué otra forma de política debe habilitar y promover procesos de integración social?

A título de autocrítica (IV)

En el Plan Quinquenal de Vivienda vigente en el período 2015-2019 se afirma:

La incidencia de la vivienda y el entorno habitacional con la construcción de una sociedad más integrada, es indiscutible. Una política habitacional debe habilitar y promover procesos de integración social, de seguridad, oportunidades educativas, laborales, culturales y de condiciones sanitarias adecuadas, pues ello redunda en mejores condiciones de vida para el conjunto de la población.

Analicemos
¿Una política social sectorial o qué otra forma de política debe habilitar y promover procesos de integración social?


La integración social no se logrará nunca con políticas sociales sectoriales por la sencilla razón que los mecanismos de exclusión, segregación y discriminación son sistémicos. Y un problema sistémico sólo puede enfrentarse con políticas de naturaleza estratégica.

Política habitacional

Viviendas en :Eunápolis (Bahia) bajo el programa programa :Minha Casa, Minha Vida, 2011.

¿Una ‘política habitacional’ es la caracterización pertinente de una política adecuada?


A título de autocrítica (III)

En el Plan Quinquenal de Vivienda vigente en el período 2015-2019 se afirma:

La incidencia de la vivienda y el entorno habitacional con la construcción de una sociedad más integrada, es indiscutible. Una política habitacional debe habilitar y promover procesos de integración social, de seguridad, oportunidades educativas, laborales, culturales y de condiciones sanitarias adecuadas, pues ello redunda en mejores condiciones de vida para el conjunto de la población.

Analicemos
¿Una ‘política habitacional’ es la caracterización pertinente de una política adecuada?


Depende de qué se entienda por habitacional. Y depende de los modos en que esté integrada esta política sectorial en el conjunto de las políticas sociales y económicas. Si se entiende por ‘habitacional’ una política de vivienda de interés social, la caracterización no es adecuada porque la pertinente escala de actuación es la del hábitat en su conjunto y no en un género de viviendas. Asimismo, no es adecuada la caracterización en lo que toca a los efectos, ya que ninguna política sectorial puede concebirse, en su especificidad, como facilitadora de mejores condiciones de vida para el conjunto de la población.

¿Integración?

Barrio Parque "Guillermo Rawson", Comisión Nacional de Casas Baratas, Argentina.


La incidencia de la vivienda y el entorno habitacional con la construcción de una sociedad más integrada, ¿es indiscutible?

A título de autocrítica (II)

En el Plan Quinquenal de Vivienda vigente en el período 2015-2019 se afirma
La incidencia de la vivienda y el entorno habitacional con la construcción de una sociedad más integrada, es indiscutible. Una política habitacional debe habilitar y promover procesos de integración social, de seguridad, oportunidades educativas, laborales, culturales y de condiciones sanitarias adecuadas, pues ello redunda en mejores condiciones de vida para el conjunto de la población.

Analicemos
La incidencia de la vivienda y el entorno habitacional con la construcción de una sociedad más integrada, ¿es indiscutible?

No, es sumamente discutible. La falsa objetivación del problema del habitar contemporáneo en la categoría vivienda y aún en la categoría entorno habitacional ha conducido, de hecho y junto a otros factores, al actual mosaico socioespacial que muestran nuestras ciudades.

La sustitución —empobrecedora— de los barrios de una ciudad orgánicamente desarrollada por conjuntos habitacionales desintegra el tejido urbano y segrega a la población.

La vida de las ciudades florece lejos de los escritorios

Guido Marzulli (1943- ) Puestos en la plaza Guardi en Milán (s/f)


¿Cómo puede explicarse la incongruencia entre la explosión de vida de las ciudades y la grisura de las operaciones políticas sobre ella perpetradas por los tecnoburócratas?

A título de autocrítica (I)

Dentro de las llamadas políticas sociales del estado aparece esa compleja entidad denominada política de vivienda.
En nuestro país, cada vez que se inaugura un nuevo gobierno, el ministerio del ramo elabora un ambicioso Plan Quinquenal. Este suele constituir un documento que incluye un balance de lo actuado, un diagnóstico de situación y directivas, objetivos y metas. En el Plan vigente en el período 2015-2019 se afirma:

La incidencia de la vivienda y el entorno habitacional con la construcción de una sociedad más integrada, es indiscutible. Una política habitacional debe habilitar y promover procesos de integración social, de seguridad, oportunidades educativas, laborales, culturales y de condiciones sanitarias adecuadas, pues ello redunda en mejores condiciones de vida para el conjunto de la población.

Probemos con un sencillo procedimiento crítico:
  1. La incidencia de la vivienda y el entorno habitacional con la construcción de una sociedad más integrada, ¿es indiscutible?
  2. ¿Una ‘política habitacional’ es la caracterización pertinente de una política adecuada?
  3. ¿Esta o qué otra forma de política debe habilitar y promover procesos de integración social?
  4. ¿Es siempre cierto acaso que una política habitacional redunda en mejores condiciones de vida para el conjunto de la población?
A pensarlo.

Revelación de la superficie

Andrea Carlo Lucchesi (1860- 1924) Ninfa de las aguas (s/f)


En una instancia decisiva de nuestra existencia, se nos revela que cobramos existencia efectiva al borde del agua.

El decisivo reflejo en el agua

No se vive muy lejos del agua.
Ya para la bebida como para la purificación, el agua dulce es especialmente apreciada en su carácter de elemento tan primario como mítico. Algo singular sucede cuando nos podemos asomar a su superficie calma y descubrir, inauguralmente, que estamos allí, que tenemos efectivo lugar.

Mientras que un mundo se abre con la manipulación de las cosas, nuestro reflejo primigenio nos impone como existencia efectiva en el espacio y en el tiempo.

Ofrenda votiva

Caius Candidinius Sanctus Inscripción votiva a Júpiter y al genius loci


No nos olvidemos, no hay sitios vacantes: hay lugares ya habitados por entidades con las cuales hay que negociar nuestra irrupción.

Genius loci redivivo

Una de las pocas certezas que tiene hoy la arquitectura sobre el contexto es esta: si una obra no se ocupa del lugar, ya se encarga el lugar de ocuparse de la obra.
Santiago de Molina, 2016

Hubo un tiempo en que había que tomarse con cautela la habitación de un determinado sitio.
Es que un solar, por desocupado que estuviese de cualquier construcción, nunca estaba vacío. Cada lugar estaba ocupado por un genio, por una entidad con la cual era preceptivo congraciarse antes de avanzar en la ocupación. Los antiguos romanos solían realizar ofrendas votivas que oficiaban como una petición de permiso para irrumpir.
En estos tiempos de poca fe, aún los solares con construcciones con valor histórico suelen asumirse meros espacios vacuos liberados a la voluntad prepotente del advenedizo. Pero los lugares no están vacíos, tiene cada uno de ellos una peculiar contextura que haríamos bien en considerar.

Ya no se trata de una creencia pagana, ahora es necesario ejercer el buen sentido en los lugares en que pidamos permiso para habitar.

Los condenados

Lorenzo Paolini (s/d) El condenado (s/f)


Encarcelado y condenado queriendo ser libre, y donde ya no se puede parar porque un retraso tal vez pueda significar la muerte o la catástrofe.

Constricciones de la buena vida

La locución “buena vida” suele asociarse a la opulencia y al consumo refinado.
Cuando se piensa en un sujeto que se da la buena vida, se piensa en alguien con amplios recursos  materiales y que dispone de todo aquello en versiones de excelencia: residencias, vehículos, comidas, vestimentas y cosas de similar tenor. Esto conduce a pensar que una buena vida es una condición predicable de unos pocos, pues son, necesariamente, escasos los opulentos y sofisticados consumidores de productos excelentes.
Pero no se suele pensar en el contexto.
En efecto, se piensa en ciertas modalidades de vida, que por escasas y muy envidiables deberán alojarse distantes, allá, hurtándose de la vista recíproca de toda la humanidad más o menos deprivada. Esa distancia social lleva antes o después al confinamiento en zonas exclusivas, en barriadas selectas, en sofisticados ambientes habitados.

Cabe pensar si es, en verdad, una buena vida deseable aquella que deba ser confinada más allá de la abrumadora mayoría social.

El trabajo de habitar

Alexandre Calame (1810- 1864) Paisaje suizo (1830)


Comenzamos a hacer el mundo con las cosas que se alcanzan con las manos.  Es con el trabajo de estas inauguramos y propiciamos nuestra habitación.

Quiropraxias

El asimiento con las manos animales es sólo un escalón previo de la configuración del mundo. Sólo cuando una mano coge las cosas, las encuentra manualmente o las arregla manipulándolas, comienza la transformación de lo que está y queda en derredor en algo utilizable.
Peter Sloterdijk, 2004

El lugar habitado es, en gran medida, el lugar de las cosas que están a la mano.
Mediante la vocación novísima de las manos por el asimiento, algunos primates devienen homínidos. Una porción de los elementos  del ambiente se deja manipular y con ello, adviene un mundo.

En cierto sentido quizá evolutivo, comenzamos a habitar por intercesión de las manos. El mundo se inaugura con trabajo.

Caminos de vuelta

Aquí un lugar para recibir críticas, palabras de aliento, mensajes, contactos, sugerencias, observaciones, alternativas, sospechas, conjeturas, opiniones, pareceres, adhesiones, comentarios, instancias fáticas, acuses de recibo, disidencias y consejos.

Lugares de memoria

Johann Heinrich Ramberg (1763- 1840) Paisaje con monumento (1803)


En efecto, un monumento tiene un fin, más no un uso práctico en el sentido estrecho de la palabra. En el fondo, también la rememoración es una práctica que tiene al memorial como instrumento de naturaleza por cierto enigmática.

Plumas ajenas: Pedro Azara

Un monumento, como una obra de arte, responde a un fin, tiene sentido, y no es un capricho, pero la función a la que atiende no es evidente. No es gratuito, pero tampoco es un objeto de uso. Objeto o acción enigmática, plantea cuestiones acerca de su existencia. Se puede vivir sin él, incluso mejor, porque un monumento es molesto. Plantea preguntas que no siempre queremos tener presentes.

Pedro Azara, 2016

El fondo de los potes y el fuego

Hendrik Valkenburg (1826–1896) Vieja cocina (1872)

todos los animales se alimentan, pero sólo el ser humano cocina…

Manuel Vázquez Montalbán, 2008

Ceremonias cotidianas: cocinar

La antropología contempla la alimentación humana como un fenómeno sociocultural: todos los animales se alimentan, pero sólo el ser humano cocina, y ese saber es fruto de una experiencia en la relación con la naturaleza que le puede suministrar substancias para sobrevivir, consumidas en crudo o modificadas según diferentes procedimientos de cocción. Los hábitos alimentarios pueden ser materia antropológica o de la historia de la alimentación, así como los procedimientos de cocción y conservación.
Manuel Vázquez Montalbán, 2008

Quizá sea una de las primigenias sobreelaboraciones de la conducta humana.
No basta ya con recoger o carroñear. Ahora, por obra del poder transformador del fuego, es posible distinguir radicalmente entre lo crudo y lo cocido. Esta articulación es naturalmente precedida por la regla que opone lo que se come de las sustancias tabúes gastronómicas. También es cierto que se abre una brecha entre la pura nutrición y la cultura del ritual complejo de la cocina.

Cocinar parece ser una de las formas más primitivas de trabajo y de ahí la emergencia, quizá inaugural, del propio concepto de valor.

Centralidad sagrada

Francisco de Goya (1746- 1828) Sacrificio a Vesta (1771)


Así como fue dominado, no sin esfuerzo y riesgo, cada fuego ha impuesto su especial centralidad, sea en el ritual, sea en la morada del hombre.

El fuego sagrado del hogar

El lugar del fuego se consideraba un punto central de la casa, de ahí que hogar signifique tanto fuego como lugar en que se habita.
El lugar del fuego es tan sagrado cuanto lo es el elemento que lo ocupa. Es también tan sagrado cuanto es central en el lugar.
A su vez, el fuego constituye una instancia de articulación, esto es, un lugar en donde a la vez se unen y separan materias de naturaleza tan dispar como lo crudo y lo cocido, el remedio y el veneno, las ofrendas a los dioses y los rituales de brujería.

Habitamos con el fuego sagrado en tanto nuestra vida nos condena a transformar, a separar y reunir, a disociar y combinar. Porque de alguna manera somos portadores de fuegos.

Claros-y-oscuros

Emil Pierre Joseph de Cauwer (1827- 1873) Saint Denis (1867)


La epopeya de la arquitectura es una con la luz que la revela en su magnificencia.

Con la complicidad de la luz

La arquitectura recibe con beneplácito el beneficio revelador de la luz.
Hemos hipertrofiado grandemente el sentido de la vista y en consecuencia tenemos una gran sensibilidad para maravillarnos con mucha razón con el modo en que la luz nos revela los valores de la forma arquitectónica. En nuestra época a veces nos olvidamos de lo fructífero que ha resultado el matrimonio de las formas arquitectónicas con las luces. Por una parte, no siempre las sombras consiguen contornear los relieves, jugando con la gracia del claroscuro natural. Por otra, la ingeniería de la iluminación homogeneiza la distribución de la energía, desterrando las penumbras y sus valores.

Algo importante se nos priva con el uso irreflexivo de la gran cómplice de todos los tiempos.

Aquello que nos espera

Joos van Craesbeeck (1605- 1661) El cansado viajero (s/f)


Sólo sabemos hacia dónde vamos. Una vez allí, improvisaremos

Diseño y proyecto en el tiempo

Debemos considerar cómo se comportan, en la dimensión del tiempo, el diseño y el proyecto.
La forma en que habitamos hoy se define en sus pormenores particulares según un diseño efectivo y actual. Mientras tanto, las condiciones que vuelven efectivamente posibles estas formas han sido forjadas morosamente y en el pasado, a título de proyecto.

El diseño es, en definitiva, la conformación actual de algo que fue entrevisto en el pasado y proyectado hacia un futuro muy faliblemente conjeturado. Otro tanto hacemos ahora con nuestro futuro.

Aquello que deja denominarse como un palacio

Piero di Cosimo (1462- 1521) Construcción de un palacio (1520)

“una arquitectura social compuesta de expectativas, apremios y resistencias mutuos, en una palabra, una primera constitución”.

(Sloterdijk, 2004: 279s)

Arquitecturas constitucionales de grupos habitantes


“una arquitectura social compuesta de expectativas, apremios y resistencias mutuos, en una palabra, una primera constitución”.
(Sloterdijk, 2004: 279s)
Hay quien considera que la arquitectura el arte de organizar espacios. En parte, es cierto.
Esto es cierto en parte porque lo que se organiza, en verdad, en primer lugar son los grupos humanos que habitan los lugares. En consecuencia de esta constitución de los grupos, se organizan papeles y posiciones, se entablan estrategias y tácticas sobre el territorio. Luego se organizan espacios y tiempos. Parece evidente que hay entonces una suerte de arquitectura constitucional de los grupos habitantes que informa a la arquitectura del lugar habitado.

Es necesario observar atentamente esas arquitecturas constitucionales para conseguir informar con adecuación y oportunidad a las arquitecturas de los lugares.

Cuestiones de apertura (90)

Por el momento, cesaremos de preguntarnos, al menos en términos explícitos. Pero conviene recordar que todo discurso vale no sólo por lo que ilustra e instruye, sino y fundamentalmente, por las preguntas que suscita.

Promover y estimular la imaginación

George Dunlop Leslie (1835- 1921) El vendedor de peces (s/f)


Es cierto que hay demasiados vendedores de vanas ilusiones como tónicos para la alopecia o contra el ajamiento producto de la edad. ¿No habrá un lugar aún para un astuto promotor estimulante de la imaginación? La esperanza está en la mirada del infante.

Dos cometidos para la hermenéutica arquitectónica

En este sitio se defiende la idea que a las tradicionales tareas arquitectónicas (proyectar y construir) se debe agregar una intensa y aplicada labor hermenéutica.
Se trata, en principio, de interpretar de modo metódico, riguroso y fundado las diversas demandas sociales en pos de adecuados, dignos y decorosos lugares para vivir. No es por cierto una tarea fácil, pero es ineludible para cumplir debidamente con las solicitaciones de una práctica social productiva. Pero no es el único cometido.
También es posible y pertinente desdoblar la labor hermenéutica en un nuevo cometido: promover y estimular la imaginación, el sueño y el deseo para hacer aflorar nuevas y mejores expresiones de demanda social.

En la interpretación profunda de la demanda quizá radique el proyecto arquitectónico del futuro próximo.

Así como se hacen las cosas

Jean-François Millet (1814- 1875) Lavandera (1861)


Hoy, el compromiso con el lavado de la ropa apenas pasa por un agacharse leve hacia las entrañas de una máquina eléctrica. No obstante, perdura aún el fastidio propio de los tiempos en que constituía una labor extremadamente fatigosa.

Ostranénie

El propósito del arte es el de impartir la sensación de las cosas como son percibidas y no como son sabidas (o concebidas). La técnica del arte de 'extrañar' a los objetos, de hacer difíciles las formas, de incrementar la dificultad y magnitud de la percepción encuentra su razón en que el proceso de percepción no es estético como un fin en sí mismo y debe ser prolongado. El arte es una manera de experimentar la cualidad o esencia artística de un objeto; el objeto no es lo importante.
Víktor Shklovski

Hay otra implementación de la extrañeza: volver visible esas cosas que transparentadas por el hábito se vuelven evanescentes.
Se trata de preguntarse de qué manera hemos llegado a efectuar tales o cuales ceremonias o rituales cotidianos, sin apenas pensarlo. De qué manera han pasado a constituir meros mecanismos en donde la eficacia triunfa sobre la conciencia. De qué manera hemos llegado a considerar obvio o natural hacer ciertas cosas que respondieron quizá en algún momento a un adecuado ajuste de conductas, pero pueden no ser estrictamente apropiados a nuestras circunstancias.

La extrañeza no sólo es un recurso estético posible, también tiene valor heurístico.

Artículo recomendado

Léase con provecho:

http://manueldelgadoruiz.blogspot.com.uy/2017/12/ciudades-postizas-el-centro-historico.html


Por una historia de las personas antes que de las cosas construidas

Colin Campbel Cooper (1856- 1937) Quinta Avenida, Nueva York (1906)


Por fin habrá una historia de la vida en Nueva York, en lugar de una historia heroica de la gesta arquitectónica y urbanística de la Gran Manzana.

Historias

La historia de la arquitectura, en su contextura tradicional es una gesta de héroes y batallas victoriosas.
Pero podría tratarse de otra historia. Sin héroes —con muy pocos nombres y apellidos—, sin batallas y otros tantos objetos singulares. Pero con morosos procesos sociales, con ilustraciones de la vida cotidiana, con historias de vida y testimonios del día a día. Con muchas palabras y sus ecos en los ámbitos. Con dilatados procesos de cambio.

Una historia de la arquitectura como historia social de la habitación.

Así como los pintores à plein air

John Lavery (1856- 1941) La calle principal en Grez (1884)

Así como los pintores à plein air salieron de sus estudios, los arquitectos deberemos salir de nuestro ensimismamiento proyectual-constructivo para observar el espectáculo de la vida en los lugares.


Hermenéutica

Ya no es posible contentarse con el designio doble de proyectar y construir en arquitectura. A estos imperativos se les debe sumar la labor hermenéutica del habitar.
En efecto, no es posible persistir en la creencia que el habitar sucede como corolario no problemático de la labor proyectual y constructiva del arquitecto. El habitar humano debe ser asediado en su observación e interpretación para hacer de la arquitectura un humanismo práctico.

La arquitectura hoy debe reconstruirse como ciencia hermenéutica del habitar.

Lo que es arquitectura y lo que es una escultura habitable

Oswald Stimm (1923- 2014) Escultura caminable

La imaginación muestra aquello que nuestro entendimiento no está plenamente constituido para percibir e inteligir.


Imaginar

Creemos que es posible fijar, en el reino de la imaginación, una ley de los cuatro elementos que clasifique las diversas imaginaciones materiales según se vinculen al fuego, al aire, al agua o a la tierra.
Gaston Bachelard, 1942

Puede pensarse que la imaginación, antes de  oponerse a la percepción y a su evidencia predispone a la conciencia con un aparato de cuasirazones que hacen posible una nueva acuidad.
Esta asunción reconsidera el papel del mito. Antes de constituirse como un opositor vencido frente al logos, es el camino oblicuo que sigue la conciencia para constituirse ante una realidad en una interacción en que nunca el sujeto opera con una visión desnuda y virgen ante la realidad prístina y plenamente disponible.

Por ello quizá sea fértil indagar en los mitos materiales que nos informan del habitar con el fuego, en el aire, con el agua o en la tierra.

Sinrazones

Carlo Wenzel Zajicek (1860- 1923) Interior soleado (1923)


La falaz propiedad privada de nuestra vivienda nos oculta la entrañable propiedad comunitaria sobre todos los lugares que efectivamente habitamos.

¿Cuál es la razón de reducir el habitar al simple alojamiento?

No sé cuáles son las razones, pero me animo a mencionar al menos una sinrazón al respecto.
Si uno reduce el habitar de su estatuto permanente y ubicuo al parcial y reducido del alojamiento doméstico se debe, en primer lugar, a que de esta manera la soberanía ciudadana sobre los lugares habitados se reduce falazmente a los contornos de la casa. De esta manera puedo reivindicar sólo mi eventual derecho sobre mi alojamiento privado y me enajeno del resto de los bienes comunitarios: nuestras calles, nuestras plazas, nuestros teatros…
Ajenos me son tanto las calles por las que sólo circulo, como los lugares en donde sólo trabajo y me cultivo.

Propio, lo que se dice con propiedad, será apenas mi alojamiento en tanto pueda adquirir esa cosa mercancía denominada vivienda.

Cerca, tras las rejas

Ferdinand Knab (1834–1902) Salida al jardín (1896)


Puede que estemos en el umbral de una nueva arquitectura que concebir, dedicar y conformar. Basta con abrir las rejas, no sin esfuerzo.

Lugares para el enseñoramiento del cuerpo

Puede que haya una arquitectura concebida, dedicada y conformada para que el cuerpo sea bienvenido por los lugares que lo tengan como señor soberano.
Concebir una arquitectura así no es muy difícil: basta dejar de pensar en cosas proyectadas y construidas y poner mucha atención en lo que hacen las personas en los lugares.
Dedicar una arquitectura de esta naturaleza es un poco más difícil: supone reorientar un modo de hacer formado en un sentido cosificador, transformándolo en un hacer que efectúa, ante todo relaciones entre las cosas y las personas.

Conformar una arquitectura perfilada es lo realmente difícil. Pero sólo así el ejercicio profesional de la arquitectura constituirá un humanismo práctico.

Patrones exitosos para la arquitectura de cada día

Margarete Schütte-Lihotzky Cocina de Frankfurt

Una obra maestra de la arquitectura ordinaria: un patrón nuevo para un ámbito especial de la habitación doméstica. No es un objeto singular, sino un paradigma reproducible en forma generalizada.

Arquitecturas ordinarias

Las revistas de arquitectura suelen ilustrar con ejemplar prolijidad aquellos objetos arquitectónicos singulares que pasan por ser paradigmas de excelencia.
Por lo general, son paradigmas de lo excepcional. La arquitectura ordinaria no merece, por su parte, mayor atención. Sin embargo, el grueso de la humanidad habita en estas arquitecturas rutinarias y corrientes. Y si se piensa un poco, lo que determina la efectiva calidad urbana del habitar, no estriba en cuántos edificios singulares de cada arquitecto estrella tenga una ciudad, sino en el nivel dominante de su arquitectura regular.
Ya llegará el día en que juzguemos en su justa medida el valor de las arquitecturas ordinarias.


Insondables

Francesc Masriera (1842- 1902) Muchacha del harén (1890)

Gran parte de las fascinaciones y fantasías sobre los harenes orientales provienen, en primer lugar, del misterio de las muchachas, claro, pero en segundo término, de lo insondable de los interiores de los que sólo tenemos noticia, pero no experiencia.


Colpoprácticas

Adentrarse en un interior no es tan simple como meramente irrumpir.
Adentrarse implica medir el interior no sólo con los pasos, sino que también es necesario separar los brazos, frotar morosamente la burbuja pericorporal con cada uno de los pormenores de la cavidad. Eso lleva tiempo y eso que se suele llamar habituación. Las colpoprácticas son maniobras sucesivas, son aprendizajes lentos, son acumulaciones de sensaciones diversas.

La plena conquista de un interior se consigue acaso con el adecuado y pleno alojamiento del ámbito íntimo en él. Y no sólo irrumpir.

¿Cómo es que llegamos aquí?

Cornelis van Haarlem (1562- 1638) La caída de Ixión (1588)


Si bien no podremos dejar de caer, deberíamos saber cómo es que llegamos a esto, en beneficio de los que aún no están condenados.

Avecinados a la conquista de una bien ganada soledad

Hay cosas que hacen sospechar que, como especie civilizada hemos emprendido dos caminos diferentes para llegar a este entrevisto presente.
Por una parte, un largo proceso histórico en donde nos hemos construido una conciencia específica en donde llegamos, no sin muchas dificultades, a identificarnos bajo la caracterización de especie, esto es, de todo aquello que es Otro, encontramos que somos Uno en nuestra difícil condición humana. De ahí que se pueda pensar que los nuestros, los seres humanos, damos una forma fundamental al habitar este por demás congestionado pedrusco en órbita.
Por otra parte, en un no menos dilatado proceso histórico, nos constituimos como individuos, esa presencia que puebla de inquietud el espejo. Somos Uno, somos singulares, irrepetibles, únicos en nuestro ser y circunstancia. Y estamos cada vez más solos frente al espejo de la conciencia.

Así, llegamos a estar avecinados y, a la vez, sumidos en una recién conquistada soledad.

Ya no podemos adoptar una perspectiva ingenua

Ferdinand Knab (1834–1902) Paisaje de ruinas (1888)


Las cuatro dimensiones clásicas ya no nos bastan para comprender la habitación humana de los lugares. Otras geometrías, otras físicas y otras ciencias humanas deberán construirse para operar competentemente sobre el habitar.

Actividades y nuevas dimensiones

Antes hemos hecho la semblanza de las actividades fundamentales del habitante en las cuatro dimensiones clásicas —las tres espaciales y el tiempo—, así como otras tantas actividades en torno a las energías de que se dispone —sonido, calor, luz—. Ahora es tiempo de dar cuenta de otras actividades en otras dimensiones del habitar que son producto del propio existir del hombre.
Sloterdijk ha aportado luz sobre las siguientes:
  • Las actividades de manipulación sobre el mundo de las cosas en la amplitud y profundidad quirotópicas. Ordenamos nuestro mundo de cosas según precisas ordenaciones y disposiciones arquitectónicas y esto adopta una dimensión existencial particular según cómo y en qué medida las manipulamos y situamos a la mano.
  • Los interiores habitados tienen, en tanto tales una dimensión propia de profundidad que mide los adentramientos prospectivos del sujeto en las cavidades, esto es, hay un conjunto de colpoprácticas (examen de cavidades) que habitan la dimensión histerotópica.
  • Si bien nos hallamos siempre confinados por un horizonte, más allá de éste se desarrollan dos dimensiones diferentes, las que son habitadas de una manera específica. Por una parte, encaramos todo aquello que adviene al conocimiento, lo que descubrimos, esto es, la dimensión alethotópica y por otra parte, damos la espalda a todo aquello ya vivido, alojado en la memoria y el olvido, la dimensión tanathotópica.
  • Por otra parte, conformamos con nuestros semejantes complejas redes tanto de naturaleza erototópica, en donde disponemos afectos y relacionamientos intersubjetivos peculiarmente intensos y apasionados, así como ocupamos las redes ergotópicas, en donde ejercemos la solidaridad y competencia en el trabajo social.
  • Desde arriba se nos impone una dimensión constitutiva de grupos y comunidades, haciéndonos habitar la dimensión nomotópica.
  • Por fín, por mi propia cuenta, sugiero la inclusión de la consideración de la dimensión osmotópica, que informa a los lugares habitados de aromas que identifican, orientan y hacen memoria de éstos.



Vestíbulo

Vestíbulo del Museo de Arte de Turku, Finlandia.


Como su etimología latina lo indica, un vestibulum es aquel lugar en donde se cambia uno de hábito: deja la vestidura pública y adopta la propia del interior. En la actualidad, apenas si dejamos los paraguas, y no obstante, experimentamos en la transición una transformación como habitantes de los lugares. Antaño estos lugares umbrales eran tratados por los arquitectos con la especial consideración que merecen.

Plumas ajenas: Pedro Azara

Un vestíbulo es un espacio interior, común en edificios públicos y privados. Se diferencia de la entrada propiamente dicha, pues se trata de una zona de tránsito entre los espacios interior y exterior. Una entrada da acceso, pero detiene a quienes no se les concede el honor de llegar hasta el centro de la casa. Tras el filtro que la entrada establece, el vestíbulo ya forma parte del espacio interior pero aún constituye una zona que se recorre. Nadie se queda en el vestíbulo.

Pedro Azara, 2016

Cuestiones de apertura (87)

¿Es que los pasillos, corredores y otros lugares similares no demandan una necesaria mayor y mejor tratamiento conceptual arquitectónico?

Día de celebración

Celebremos hoy el día internacional de la Filosofía: detengámonos a pensar.
En busca de la sabiduría
La filosofía es el estudio de la naturaleza de la realidad y de la existencia, de lo que es posible conocer, y del comportamiento correcto e incorrecto. Proviene de la palabra griega phílosophía, que significa «el amor a la sabiduría». Es uno de los campos más importantes del pensamiento humano, ya que aspira a llegar al sentido mismo de la vida.
Muchos pensadores afirman que el «asombro» es la raíz de la filosofía. De hecho, la filosofía proviene de la tendencia natural de los seres humanos de sentirse asombrados por sí mismos y por el mundo que les rodea.
La filosofía nos enseña a reflexionar sobre la reflexión misma, a cuestionar continuamente verdades ya establecidas, a verificar hipótesis y a encontrar conclusiones. Durante siglos, en todas las culturas, la filosofía ha dado a luz conceptos, ideas y análisis que han sentado las bases del pensamiento crítico, independiente y creativo.
Para la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la filosofía proporciona las bases conceptuales de los principios y valores de los que depende la paz mundial: la democracia, los derechos humanos, la justicia y la igualdad. Además, la filosofía ayuda a consolidar los auténticos fundamentos de la coexistencia pacífica y la tolereancia.

Habitar al sur

Joaquín Torres García. América del Sur


Algún día habrá que esclarecer cómo es que la Teoría del Habitar encuentra en este rincón del sur del mundo, una tierra fértil para desarrollarse.

Etapas en una genealogía de la Teoría del Habitar (V)

Los que estudiamos la Teoría del Habitar en el sur de América Latina tenemos un privilegio especial: contar con el magisterio orientador del Doctor Arquitecto Roberto Doberti.
El profesor ha tenido la amabilidad de comentar cómo es que ha llegado a ejercer la docencia en el tema en Buenos Aires.
En 1986, hace ya treinta años, la Secretaria Académica del Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires convocó a un Congreso de profesores de la Facultad. La convocatoria sostenía que la formación que se otorgaba  proveía capacidades técnicas de buen nivel pero que no tenía fundamentos conceptuales suficientes, lo que llevaba por un camino de anquilosamiento y progresiva degradación.
Convocaba entonces, a los profesores a reflexionar sobre el tema e insinuaba que sería conveniente agregar a la curricula cursos de sociología, economía, filosofía o los que se consideraran adecuados.
Se presentaran muchas ponencias y yo elaboré una en la que entendía que el diagnóstico era acertado pero la resolución planteada no lo era. Afirmé con énfasis que materias aisladas, sin vínculos entre ellas y desconectadas de la lógica de la arquitectura y el diseño, nos llevarían a una suerte de escuela secundaria sin aportes significativos.
Propuse la creación de una cátedra de Teoría del Habitar, para generar un campo de conocimiento capaza de albergar e imbricar contenidos filosóficos, antropológicos y de otras ciencias pero atendiendo siempre al Habitar como meta y sentido de todas las prácticas proyectuales.
La ponencia tuvo mucha repercusión y si bien el Congreso terminó en tres días se constituyó de modo voluntario una comisión que trabajó durante seis meses alrededor de la ponencia y culminó su tarea proponiendo las orientaciones básicas de la materia, que  se planteó común a todas la carreras de la Facultad, y la titularidad conjunta de la cátedra recayendo en el arquitecto Rafael Iglesia y en mí.
Desde entonces esto se replicó en otras instituciones y la cátedra ya ha recibido más de diez mil alumnos, circunstancia notable dado que su cursado no es obligatorio.

El profesor Doberti es autor de un singular aporte a la disciplina:


DOBERTI, Roberto (2011). Habitar. Nobuko, Buenos Aires, 2011

Lo que siempre llevas contigo

Andreas Wegner (1958- ) ¿A dónde vas? (sd)


Es lo más propio que podemos poseer: una tenue habitación pericorporal que nunca abandonamos sin considerable tragedia.

Una tenue habitación

Allí donde nos encontremos nos acompaña una tenue habitación.
Se trata de una burbuja sutil y es lo más propio que podemos poseer. Es una elástica burbuja pericorporal que nos articula con el mundo. La hemos construido a lo largo de la vida y la defendemos con el recurso de la privacidad. Por ello se endurece en la vida pública y se afina con la estancia en soledad.

Solemos llamarla ámbito íntimo.

Todo el cielo sobre las terrazas

Thomas Fearnley (1802- 1842) Terraza en Sorrento (1834)

Primero, se conquista un lugar eminente. Luego se despeja una superficie horizontal para la estancia y la contemplación bajo el esplendor del cielo. Entonces sucede algo tan espléndido como una terraza.