Antonio Berni
(1905 - 1981) Manifestación (1951)
Una
propuesta de política del habitar, tal como se la puede concebir en la
actualidad tiene, a título de fundamentos, los siguientes aspectos:
En
primer lugar, una política del habitar debe ser, necesariamente, una política integral tanto en el conjunto exhaustivo
de sus aspectos, en donde ninguno puede ser soslayado, así como en el alcance
social, esto es, que comprende a la totalidad del cuerpo social. Esta
integralidad afecta, entonces, la globalidad de los aspectos implicados así
como supera la noción operativa de política social como políticas focalizadas
hacia la pobreza o la exclusión social de grupos.
En
segundo lugar, tiene en la integralidad de la totalidad del territorio su ámbito natural y obligado
de acción. No se trata de una mera política declarativa, ni una simple
acumulación legislativa, sino de acciones concretas sobre los territorios
habitados, según sus características peculiares. Se trata de una política de
desarrollo y cultivo de lugares y territorios con criterios de justicia social
y sustentabilidad ambiental, social y económica.
Por
último y no menos importante, una política del habitar debe constituirse como política participativa del desarrollo
humano social. No puede ser confiada unilateralmente al poder político
institucionalizado, ni a sus tecnoburócratas, sino que debe permear la acción
social de todo el conjunto de la sociedad que la protagoniza.