LAS
COSAS
El bastón, las monedas, el
llavero,
La dócil cerradura, las tardías
Notas que no leerán los pocos
días
Que-me quedan, los naipes y el
tablero,
Un libro y en sus páginas la
ajada
Violeta, monumento de una tarde
Sin duda inolvidable y ya
olvidada,
El rojo espejo occidental en que
arde
Una ilusoria aurora. ¡Cuántas
cosas,
Limas, umbrales, atlas, copas,
clavos,
Nos sirven como tácitos esclavos,
Ciegas y extrañamente sigilosas
Durarán más allá de nuestro
olvido;
No sabrán nunca que nos hemos
ido.
Jorge
Luis Borges, 1969