Órbitas (IV)


Claude-Nicolas Ledoux: (1736-1806) Chaux, casa de los círculos (1790)

La vida es ternura. Por eso no la comprendemos ni la comprenderemos jamás. La piedra no comprende a la brisa Medimos las órbitas de los astros, y nos quedamos atónitos ante una flor.
Rafael Barret

Se ha dicho: lo que en realidad se ilumina es la concepción profunda del lugar abierto al movimiento.
Esta idea, todavía embrionaria, que todavía se va construyendo no sin dificultades, conduce a intentar una variante: el lugar abierto por el movimiento. Resuenan lejanas las imágenes del queso y los gusanos de Carlo Ginzburg. Pueden sospecharse sitios compactos en que los móviles se abren paso aviando espacio, tal como lo concibió Heidegger. Tener lugar entonces, está signado por un movimiento que excava en un sitio para constituir un lugar
Quizá las circunferencias y las elipses son apenas prefiguraciones muy simplificadas y primitivas de las órbitas de la vida.

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