Siembra de urbanógenos

WTC Montevideo

La especulación inmobiliaria envenena la tierra urbana, la esteriliza. La urbanización especulativa destruye la ciudad con golpes de enrarecimiento, de disolución y de tierra arrasada por la edificación de enclaves mudos de significado comunitario.
Por su parte, la competencia por los emplazamientos estratégicos para los negocios hiere de muerte a los barrios que podrían haber sido, cuando no desventra los tejidos consolidados. La ley del mero valor relativo del suelo es la única norma omnisciente y también omnipotente.
Mientras que los pudientes se confinan en vecindarios defensivos, los pobres padecen la anomia y la pérdida de referencias identitarias por obra de la violencia, de la delincuencia y el miedo. La aporofobia se enseñorea como el ángel caído sobre las ruinas.
Es preciso sembrar estos poblados baldíos, estos congestionados vacíos, estas ruinas de mañana. Es preciso sembrar esta árida superficie con gérmenes de nueva ciudad para ciudadanos.

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