Habitar los umbrales

William Paxton
Dejando el estudio (1921)
La habitación de los umbrales tiene una tensión particular. El habitante muta dramáticamente de estado. Abandonamos unos ámbitos, una etiqueta y una actitud física y emocional para abordar otros, y al hacerlo, cambia uno en la historia de la vida. Pero durante el acontecimiento y la situación del umbral, vibramos con una cierta inquietud.

1 comentario:

  1. El umbral del aula de una escuela es un polo de atracción.
    Frecuentemente los niños se levantan y se detienen espectantes allí para observar qué pasa del otro lado. Es una vávula de escape del aula.
    Hay otros umbrales que se transitan sin detenerse (más bien se atraviesan velozmente) como el del patio de recreo.
    Por otro lado, en algunas escuelas la entrada me hacía recordar a las corridas de San Fermín en el momento que se habría la puerta.

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