Viejas cuestiones (XLVII): Todo el poder a los urbanitas

¿Qué operaciones hay que realizar para conferir plenos poderes a los comitentes-usuarios en lo que hace a las directivas y desarrollo de las ciudades?


Mucho se habla de la participación ciudadana y suena razonable. Pero también es preciso dejar ser a cada urbanita en su condición de tal: hombre adulto, mujer, niño, anciano, escolarizado, diverso... Cuando cada uno tenga acceso debido e irrestricto a su ciudad —cuestión fácil de proferir y difícil de garantizar— la plena participación política y social vendrá de suyo. Puede que sólo con el pleno acceso de los urbanitas a su ciudad se comience a atisbar una solución para los crudos problemas de la ciudad contemporánea. Mientras tanto, vamos tirando. Las políticas de inclusión social son los intentos aún titubeantes y primitivos de una reintegración social generalizada que es el supuesto básico de unas nuevas ciudades en donde sea oportuno y digno vivir.

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