Frank Bramley
(1857- 1915) Agradable soledad (1909)
Un jardín significa siempre una
añoranza a la que se ha dado forma, también un regreso sentimental a la edad
dorada, a la vez que un escape hacia la utopía.
Carl
Friedrich Schrörer, 1992
Al
jardín siempre regresamos.
Puede
que cierto destello de luz, un perfume particular, o el bullir del agua nos
llame a una región peculiar en donde hacer lugar a la paz. Pero es apenas la
emergencia, un brote rizomático: un jardín es apenas un aspecto puntual del
Mismo. El locus amœnus es Uno. Y cada
jardín especialmente logrado es apenas un umbral por el que nos asomamos a una
forma del mundo que llevamos siempre en el fondo de nuestro psiquismo.
Ciertos
jardines y ciertos fondos de los espejos tienen en común ser intercesores con
el mundo que portamos detrás de las retinas.