Carlo Trois
(1925- 2002)
La
urbanización anticiudadana contemporánea es la expresión de la hostilidad mutua
de los urbanitas, precisamente segmentados por niveles de ingreso y capital
cultural.
La
ciudad del futuro sólo podrá reconstruirse, no sin mucho esfuerzo, a partir de
un pujo sostenido de fraternidad generalizada, allí en donde cada uno de
nosotros ocupe y pueble el lugar que corresponda a su identidad diferente y que
lo una a sus vecinos los lazos de la solidaridad que expresen las distintas
versiones de la dignidad mutuamente reconocida. Es preciso construir el sistema
de lugares urbanos en donde los urbanitas se encuentren a sí mismos con sus
respectivas fisonomías proyectadas en fraternal asociación de iguales y sin
embargo diferentes.
Ya
no se trata de adecuación solamente; se trata de adecuación y dignidad
mutuamente relacionadas. Se trata de un urbanismo ético.
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