Dimensiones de una poética arquitectónica humanista (X)


Jake Borden

Así como en el horizonte miramos hacia adelante, hacia lo que vendrá, recíprocamente dejamos a la espalda la vida ya vivida. Y perseveramos recordándola.
Una arquitectura humanista debe prodigarse en los lugares de memoria, en las zonas de reserva y en los tesoros de la evocación. Las cosas de vivir, atesoradas en el espacio tanto como en el tiempo, conservan, en su reunión, en sus mutuas relaciones y en su composición significativa, la constitución de una arquitectura efectivamente vivida que es preciso amparar del olvido y el abandono.
Persistimos en nuestro ser mientras conservamos la facultad de conferir sentido al orden de nuestras cosas.

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