Algunas notas leídas en las esferas de Peter Sloterdijk: De Esferas III. Espumas. 7

En estado de desarrollo mínimamente completo la antroposfera es determinable como un espacio de nueve dimensiones. A ella pertenecen, como aportaciones configuradoras de mundo, imprescindibles cada una de ellas en su caso, las siguientes dimensiones o topoi.
  1. el quirotopo, que incluye el ámbito de acción de las manos humanas, la zona de lo que está ante ellas y a su disposición, el entorno de acción (acción manual en sentido literal), en el que se producen las manipulaciones objetivas primarias, los primeros lanzamientos, golpes y cortes, los primeros efectos característicos,
  2. el fonotopo (o logotopo), que genera la campana vocal bajo la que los convivientes se oyen unos a otros, hablan unos con otros, se reparten órdenes unos a otros e inspiran unos a otros,
  3. el uterotopo (o histerotopo), que sirve para la generalización del ámbito maternal y para la metaforización política de la gravidez, y produce una fuerza centrípeta, que, incluso en unidades más grandes, será experimentada por los incluidos en ellas como sentimiento de pertenencia y fluido existencial común,
  4. el termotopo, que integra al grupo como receptor originario de los beneficios de la repartición de los efectos del hogar, que representan la matriz de todas las experiencias de confort y a causa de los cuales es dulce la patria,
  5. el erototopo, que organiza el grupo como el lugar de las energías eróticas primarias de transferencia, y le pone bajo estrés como dominio de celos,
  6. el ergotopo (o falotopo), en el que una fuerza paternal o sacerdotal de definición, con efectos en todo el grupo, genera un sensus communis, un decorum (una conveniencia) y un espíritu de cooperación, desde el que se formulan obras (erga, munera) comunes, fundadas en la necesidad, y se distinguen diferentes funciones laborales, hasta el enrolamiento de los miembros en el máximo estrés, la guerra, que se entenderá como la obra fundamental de una comunidad elegida para la victoria,
  7. el alethotopo (o mnemotopo), por el que un grupo en aprendizaje se constituye como custodio de su continuum de experiencia y se mantiene en forma como depósito central de la verdad con su propia pretensión de validez y su propio riesgo de falsificación,
  8. el thanatotopo o theotopo (o bien, iconotopo), que ofrece a los antepasados, a los muertos, a los espíritus y dioses del grupo un espacio de revelación o un teclado semiótico para manifestaciones significativas del más allá,
  9. el nomotopo, que vincula recíprocamente a los coexistentes por “costumbres” comunes, por reparto del trabajo y expectativas recíprocas, con lo que, por el intercambio y el mantenimiento de la cooperación, aparece una tensegridad imaginaria, una arquitectura social compuesta de expectativas, apremios y resistencias mutuos, en una palabra, una primera constitución.
(Sloterdijk, 2004: 279s)

Comentarios

  1. Un espacio de nueve dimensiones y eso que falta el tiempo
  2. Es notable cómo el autor se permite ejercer el sacro privilegio de esgrimir neologismos o cultismos

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