Frederick
Arthur Bridgman (1847– 1928) Un juego
interesante (1881)
El
juego recurrente de la interacción social tiene una muy clara dimensión
nomotópica. Cada ámbito tiene reglas de comportamiento precisas y de
observancia regular. El acceso y la exclusión, la asignación de roles y
posiciones, la distribución espacio-temporal son aspectos ajustados a complejos
y precisos sistemas de normas que, precisamente, todos aprendemos tanto a
través del juego como en la misma interacción interpersonal.
Sobre
este enmallado de regulaciones se despliegan dos importantes dimensiones
adicionales: por una parte, las que disponen y ordenan la división social del
trabajo; por otra las que alían y confrontan un orden de vínculos de naturaleza
erótica, que supone una trama a la vez recíproca y complementaria a la
anterior.
Así,
la actividad reglada de la interacción despliega a su modo el orden social tal
como se lo vive en los cuerpos de los habitantes: distribuyendo y componiendo
esfuerzos y afectos.