Arquitecturas del cuerpo: las reglas del juego


Abel Manta (1888- 1982) Juego de damas (1927)

Esto de proyectar un conjunto de reglas sobre un campo de juego tiene aspectos tan pueriles como graves.
Quizá sea una primordial actividad política: en vez de la pura agonía de la fuerza bruta, someterse a un orden de reglas de juego supone un gesto civilizador. Sólo con la estricta observancia de tales reglas, una competencia vuelve a los contendores verdaderos cómplices. Pero por otra parte, el hecho de ganar en una circunstancia es apenas una futilidad.
Lo verdaderamente importante radica en la sabiduría intrínseca del imperio de normas, reglas y leyes sobre el espacio habitado en el gozo de puro juego de la vida.

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