"Sólo por la filosofía puede experimentar la inteligencia cómo sus pasiones llegan a conceptos". Peter Sloterdijk, 1998
Páginas
- Página Principal
- Pasos dirigidos hacia una estética propia de la ar...
- Estructura fundamental del lugar
- Introducción discutida a la estética
- 3. Los bares
- 2. Los restaurantes
- 1. Los cafés
- Lugares de trabajo
- Poética de los umbrales
- Laberintos del agua y de los cuerpos
- Las prácticas sociales del habitar
- La ética arquitectónica y el derecho a habitar
- Sobre el oxímoron en arquitectura y la morada popu...
- Por qué una teoría del habitar
- Precisiones sobre el pensar arquitectónico
- Teoría del Habitar Una agenda
- El derecho a habitar
- Una pintura del paisaje doméstico
- Poética de la habitación
- La segregación socioterritorial urbana
- Bibliografía actualizada
- Agenda urbana para la Teoría del Habitar
- Papeles sueltos sobre las azoteas
- Disposiciones de las cosas
- La Teoría del Habitar y la sombra del antropocentrismo
- Publicaciones del autor
Para entendernos mejor. Hoy: Ventana
Definición
1.
Amparo amodal más o menos elevado sobre el suelo, que se deja en un muro para
dar luz, ventilación o información. ║ 2. Artefacto practicable que permite
abrir y cerrar este vano.
Algunas notas leídas en las esferas de Peter Sloterdijk: De Esferas III. Espumas. 17
Bajo puntos de vista pragmáticos, la
sensibilidad del ser humano por la diferencia entre lo verdadero y lo falso va
unida a la experiencia de que lanzamientos y frases pueden ser certeros, o
desacertados y falsos. Decir que los seres humanos dependen del éxito de sus
lanzamientos y frases, significa tanto como constatar que les afectan los
valores de verdad y que esto sucede ya a un nivel biológico. La seguridad de
acierto en los lanzamientos y la confianza en los enunciados es desde el
principio un asunto de vida o muerte; por eso la “verdad” tuvo que ser
protegida como el mayor bien en las islas de los lanzadores y hablantes.
(Sloterdijk, 2004:327s)
Alegrías esenciales en la ciudad
Paul Fischer
(1860- 1934) La dama de rojo (s/f)
La
vida cotidiana en las ciudades puede ser, de modo corriente, monótonamente ocre
y gris. Por suerte, de vez en cuando, cruza rauda una bella mujer de rojo.
Juicio estético, juicio de valor
El
juicio estético, concebido como juicio de valor, es un juicio mediado, no por
conceptos, pero si por argumentos.
En él
influyen decisivamente la constitución sociocultural del sujeto, la
constitución efectiva de su experiencia estética y la modalidad particular que
se entabla en la relación sujeto-objeto. El juicio de valor estético es un
juicio particularmente interesado en la manifestación del ser de las cosas y de
las ocurrencias en tanto ofrecen figuras a los sentidos.
No
puede afirmarse que los juicios de valor estéticos puedan ser puros y libres;
antes bien es observable que, en determinadas circunstancias, el componente
estético es claramente dominante en un marco complejo de juicios de diversa
naturaleza.
Todo sobre la calma
Gustave
Léonard de Jonghe (1829- 1893) Una calma
tarde (s/f)
Tan
tranquilo es el lugar que una señorita puede sentarse en plena calle a leer. En
la actualidad nos hemos perdido muchas cosas, pero quizá sea la paz el aspecto
del que más podemos lamentar su menoscabo.
La estructura fundamental del lugar: cielo, tierra, horizonte
Cuando
examinamos la estructura fundamental del lugar encontramos que éste se
manifiesta articulado en dos amplias regiones: el cielo y la tierra. El cielo
se despliega arriba y es la región de todo aquello que no podemos alcanzar, el
origen de todo aquello que se nos impone como estado del tiempo: la luz, el
viento, las precipitaciones, el tono general que ampara el lugar. Por su parte,
la tierra es aquello que pisamos, el sustento primordial de nuestra existencia,
lo que, si bien está a la mano, debemos conquistar, defender y cultivar, el
fondo principal de las figuras de los territorios en que habitamos.
Precisamente
allí en donde se tocan y diferencian las regiones fundamentales, entre tierra y
cielo se despliega el horizonte que los articula y tiene lugar el habitante.
Habitamos, en lo fundamental, horizontes. El horizonte es el elemento ordenador
de todo paisaje: señala los confines del lugar en la tierra, a la vez que
cierra la bóveda del cielo propio del lugar. Todas y cada una de las
articulaciones que dan forma particular y que conforman la arquitectura del
lugar se disponen en referencia a la figura del horizonte.
Las que dominan espacio y tiempo con su cuerpo
Robert Fowler
(1853- 1926) La danza de Salomé
(1885)
Uno
no puede sino admirarse del dominio que tienen las danzantes del espacio y el
tiempo: sus cuerpos los hacen uno.
Las prácticas empresarias de promoción
La
promoción inmobiliaria integral, esto es, la promoción de la construcción de
edificios destinados a su venta, proviene de la experiencia de las iniciativas
en pro del alojamiento obrero y popular. Sea a impulsos de los industriales que
procuran alojamiento a su personal, sea fruto de emprendedores especulativos o
sea a través de iniciativas de corte filantrópico, la solución empresarial a la
cuestión de la vivienda obrera constituye el antecedente de esta forma de
promoción. En ciertos casos, se llega a constituir verdaderos enclaves de
carácter urbano.
Los
promotores tienden a concebir los lugares a producir en primer lugar como
mercancías: lo verdaderamente crucial es conformar una oferta comercialmente
atractiva. La atracción de la mercancía radica en aquello que parece responder
creativamente ante una demanda (“Esto es lo que usted necesita”), aquello que
es presentado como oportunidad económica (“Esto que le ofrezco es valioso y sin
embargo está al alcance de sus posibilidades económicas”), y aquello que se
presenta como una solución a un problema (“He aquí lo que le conviene a sus
circunstancias”).
Para entendernos mejor. Hoy: Puerta
Definición
1.
Amparo amodal que permite el tránsito entre un lugar y otro. ║ 2. Artefacto
practicable que permite abrir y cerrar el tránsito en el vano.
Algunas notas leídas en las esferas de Peter Sloterdijk: De Esferas III. Espumas. 16
El espacio en el que se reparte
cooperativamente el peso de las tareas lo llamamos el ergotopo: sus habitantes,
los ergotopianos, están unidos en comunidades de esfuerzo. La descripción de su
actividad ofrece la imagen de los adultos, érga kai hémera, la crónica de las obras y días de gentes
que no lo tienen fácil. Al comienzo, la razón de participar en las
indispensables tareas comunes es familiar, totalitario-informal, fundada en la
evidencia de la situación o en el dictado de la tradición, más tarde en ritos
de iniciación, exigencias profesionales, ataduras que imponen las categorías
sociales, más tarde aún, son las prestaciones personales, los edictos, los
centros oficiales, los que se cuidan del registro en ergotopo; al final lo que
nos sujeta a él son mission statements
y las órdenes del día de la opinión pública.
(Sloterdijk, 2004:315s)
Conducta de las puertas
De Scott Evans
(1847- 1898) El establo (s/f)
Las
puertas ocurren en toda ocasión en donde hay que separar y unir a la vez dos
ámbitos diferentes, tan diferentes como para discriminar el lugar de diversas
especies zoológicas.
Experiencia estética y vida buena
En el
plano de la buena vida trascendente, la experiencia estética es peculiarmente
valiosa en tanto ésta afecta enérgicamente ciertos cambios en el rumbo de la
existencia cuando ofrece evidencias perceptibles en las formas de lo real.
El
sujeto se constituye en su historia, no exclusivamente, pero no en una menor
parte, a través de reveladoras experiencias cuyo principal componente es una
crítica emoción estética.
La
buena vida no sólo se caracteriza por un contenido moral fundamental
confrontado con los azares de la fortuna, (Innerarity, 1999), sino que incluye
un contenido de hondas y perdurables experiencias estéticas que compendian y
estructuran la experiencia vital del mundo tal cual aparece.
La luz y el tiempo
John Atkinson
Grimshaw (1836- 1893) Octubre tardío
(1882)
En el
lugar habitado, la luz no sólo permite apreciar la contextura del espacio.
También la percepción atenta de las calidades de la luz hace posible sentir el
tiempo: las alternancias de las estaciones, la hora del día, las propiedades de
la atmósfera y otras pequeñas pero insustituibles alegrías esenciales de estar
vivo.
Las prácticas sociales del proyecto del habitar
Las
prácticas sociales de proyecto del habitar son prácticas en que se manifiestan
en la acción las demandas sociales explícitas e implícitas acerca del habitar.
A
diferencia de las prácticas de concepción, las prácticas de proyecto
transforman las demandas sociales en proyectos concretos dirigidos a la
realización de las condiciones sociales, económicas y políticas que hagan
posible la satisfacción de estas demandas. No siempre las prácticas de proyecto
son precedidas necesariamente por prácticas conscientes y plenas de concepción:
las prácticas de proyecto se encuentran relativamente más claramente
configuradas y difundidas en el cuerpo social que las prácticas de concepción.
Las
prácticas de proyecto aparecen más claramente perfiladas en la realidad social
toda vez que son prácticas que se han abierto camino con más o menos suceso.
Son prácticas que se han mostrado eficaces al articular ciertas demandas con
ciertas condiciones sociales, económicas y políticas que ofrecen unas
soluciones palpables tenidas como relativamente satisfactorias. Sin embargo,
ante las contradicciones que se observan en tales prácticas éstas se
beneficiarían de un examen a fondo de las prácticas de concepción implícitas en
los modelos ya sancionados en la experiencia social.
Instrucciones para subir una escalera
Victor Horta
Escalera en la casa Tassel
Hay
escaleras en que es imposible subir o bajar por ellas pensando en otra cosa,
distraídos. Cada paso, una ceremonia no del todo secreta.
Sobre la arquitectura del lugar
El
fin de todo lugar es en general ser apto para su habitación. Se observa que los
lugares formal y materialmente transformados para su habitación resultan más o
menos complejos, pero siempre estructurados en una cierta forma, en donde se
puede reconocer el fin principal al que se supeditan otros fines secundarios.
De lo que se trata, en la Teoría del Habitar, tal como se la concibe aquí, es
dar cuenta de esta propiedad trascendente de los lugares, esto es, su arquitectura
propia.
En
segundo lugar, tenemos que, ante la mirada que lo examina, el lugar se organiza
como una estructura jerarquizada de formas y fines. Revelar esta estructura por
medio de la observación, descripción y comprensión es uno de los propósitos de
la Teoría del Habitar. También en este aspecto, la conformación integral de tal
estructura es, en sí misma, una arquitectura.
Por
fin, el destino manifiesto de una arquitectura que atienda efectivamente el
habitar, es una síntesis arquitectónica de la forma.
Esto
quiere decir, concretamente que el resultado final de una empresa
arquitectónica destinada a la habitación, es, naturalmente, una arquitectura
que no se conforma con su condición de cosa construida, sino que va más allá,
hacia la dimensión en que la cosa construida constituye plenamente un lugar.
Para entendernos mejor. Hoy: Cubierta
Definición
1.
Elemento que cubre o cierra superiormente un recinto. ║ 2. Amparo que
constituye una articulación o filtro ambiental con respecto al cielo de un
lugar.
Algunas notas leídas en las esferas de Peter Sloterdijk: De Esferas III. Espumas. 15
Llamamos erototopo al campo o dominio
de deseos insular-humano, porque el deseo erótico ofrece el paradigma de cómo
la competición afectiva en los grupos estimula y controla, a la vez, la vida
del deseo de quienes viven juntos. El dominio erótico se pone en tensión, en
tanto que los grupos, por contante autoirritación subaguda, producen una
especie de atención suspicaz-concupiscente a las diferencias entre sus
miembros. De ahí surge un fluido de celos, que se mantiene en circulación y
flujo por miradas inquisitivas, comentarios humorísticos, maledicencias
desacreditadoras y juegos competitivos rituales.
(Sloterdijk, 2004:311s)
Situarse
Carl Frederic
Aagaard (1833- 1895) Perspectiva sobre el
lago Como (s/f)
Estar
convenientemente situados es una
condición previa y necesaria para el acondicionamiento arquitectónico.
Conquistar un buen punto de vista sobre el paisaje es una estupenda demanda
social.
El papel de una historia social del habitar
Si el
habitar es el objeto de una historiografía idónea, los fenómenos sociales
implicados por éste en sus secuencias son la materia señalada.
Mientras
que en el plano puramente teórico, los fenómenos aparecen dotados de una
peculiar significación, en función de sus relaciones y diferencias mutuas y tal
como se presentan las cosas en la actualidad, en el plano histórico, lo
verdaderamente significativo es el examen de las condiciones sociales que las
han originado tanto así como los procesos que han operado para conferirles su
actual contextura.
Es de
esperar, con hidalguía intelectual, que el estudio histórico del habitar
suponga una revisión radical de toda esta formulación teórica, tal como ha
resultado posible enunciarla aquí y de este modo.
Cómo los elementos arquitectónicos se vuelven lugares
Adriano
Cecioni (1836- 1886) Las bordadoras
(1866)
Para
el constructor y el arquitecto una ventana puede ser un simple agujero en el
muro y un balcón un agradable ornamento de la fachada. Pero es la vida de las
personas los que transforman estos “elementos” en lugares. Por ello, los
habitantes son los verdaderos arquitectos de la arquitectura viva.
Las dimensiones de los interiores habitados
La
medida tridimensional clásica del espacio alcanza apenas su eficacia sólo para
la estimación del alojamiento de cosas.
Pero
el alojamiento de la vida humana es algo más complejo que el alojamiento de una
simple cosa. Por ello, debe estimarse con exactitud las medidas de amplitud y
profundidad que la vida humana demanda de cada estancia. Parte de las miserias
del Existenzminimum radica en considerar, pobremente, la vida humana como una
simple cosa que a duras penas se conforma por tener largo, ancho y desarrollo.
La
vida humana tiene por cierto mucho más dimensiones. Y con la medida de estas
dimensiones tiene efectivo lugar el auténtico placer y alegría de vivir. El
placer de habitar es el placer de tocar con levedad los lados interiores de las
arquitecturas habitadas.
Así,
las superficies interiores rozan la vida humana con el placer debido a todos
los mortales cuando suscitan ciertas alegrías esenciales.
Alcobas
Hermann
Sondermann (1832- 1901) Alcoba en una
casa de campo (1886)
Cuando
el clima es riguroso y el acondicionamiento de la morada deja que desear, el
sueño se arropa con todo lo que se puede.
Recintos sagrados donde tiene lugar la vida
Los
constructores megalíticos de los crómlechs han conferido valor sagrado a los
recintos practicables.
A lo
largo de un dilatado proceso histórico, los recintos interiores han sido
consagrados cada vez más al ámbito íntimo y personal. En cierto sentido, la
gran historia social del habitar es el proceso mediante el cual la existencia
humana adquiere un valor especial en el alojamiento en los interiores.
Ciertos
recintos practicables son sagrados precisamente porque allí tiene lugar, de
modo adecuado, digno y decoroso, la vida de los mortales.
Para entendernos mejor. Hoy: Muro
Definición
1.
Placa de cualquier material, de orientación dominantemente vertical que cierra
o limita un lugar. ║ 2. Amparo modal que constituye un cerramiento o filtro
ambiental, de orientación dominante vertical que puede tanto limitar un lugar
como cerrarlo en un recinto.
Algunas notas leídas en las esferas de Peter Sloterdijk: De Esferas III. Espumas. 14
El signo más visible de la ventaja de
sentirse en casa en el grupo es el hogar, el lugar donde se hace fuego; como
símbolo de humanidad más antiguo, es la referencia más clara a que los seres
humanos no se las arreglan sin un elemento confortante. El fuego alimentado en
común encierra la experiencia de que hay protectores naturales que deparan
ventajas mientras se les mantenga a la vista cuidadosamente.
(Sloterdijk, 2004:306)
Contundencia de algunos muros
Giuseppe
Abbati (1836- 1868) Callejuela al sol
(1864)
Se
erigen muros para separar con contundencia dos mundos. Pero rara vez
constituyen gestos cordiales. Se podría acaso compartir con los caminantes
callejeros las calidades del patio.
El arte de habitar y sus poéticas
Puede
entenderse que todo habitar particular se ampara en un determinada poética,
configurada más o menos conscientemente en virtud de la disponibilidad de
distintos niveles de capital cultural, diferentes escalas de valores y factores
idiosincrásicos.
Forjar
de algún modo una poética del habitar es dotarse de una estructura de reglas
según las cuales el hecho efectivo de habitar es un producto, esto es,
resultado manifiesto de una contingente producción humana. Cabe aquí la
caracterización, debida a Jean Paul Sartre, que enuncia que el hombre es lo que hace con lo que hicieron de él.
En efecto, nuestro habitar
es un producto del prolongado proceso vital de la crianza y la endoculturación,
a la vez que es una recreación —no del todo consciente, pero siempre crítica—
de un legado transformado en un renovado proyecto de vida. Toda vez que se
observa en los hechos una pluralidad de modos de vida, estos siguen a una
pluralidad de poéticas que las hacen posibles.
Lo sagrado en un lugar
Pieter Neefs
el viejo (1609- 1656) Interior de la
Catedral de Antwep (s/f)
Desde
los tiempos que se erigían las piedras de Stonehenge, a los interiores se les
confiere un estatuto sagrado. Hoy deberíamos tratar a todos los interiores como sagrados, tanto como es sagrada la vida
que en ellos tiene lugar.
Sobre el desarrollo sustentable
Se
considera que el desarrollo sustentable contiene de manera estructurada tres
tipos de aspectos: sociales, económicos y ambientales.
El
desarrollo sustentable es inclusivo —esto es, alcanza a todos los sectores
sociales—, equitativo —si se distribuye con justicia social entre los actores
sociales— y resguarda los recursos naturales —si preserva las condiciones del
ambiente—. El actual modelo de desarrollo tardocapitalista se muestra, en este
sentido, claramente insustentable. Para economistas como Friedrich Hayek, el
término justicia social o redistributiva es un concepto vacío, con lo que
alumbran un desarrollo económico todo menos equitativo y por supuesto,
exclusivo.
Un viejo amigo
Anónimo
Xilografía publicada en Camille Flammarion, La
atmósfera (1888)
Este
grabado me produjo gran impresión en mi ya lejana infancia. Desde entonces ando
buscando el desgarrón de la apariencia de las cosas para ver en su interior.
Significativamente, mi recuerdo de lo que aparecía proliferaba en más
engranajes que en el original.
Hay más dimensiones en el lugar
Al
caracterizar al lugar como un campo,
en el sentido físico de la expresión, hemos hecho especial énfasis en el hecho
que el habitar tiene efectivo lugar en el espacio tanto como en el tiempo.
Cuando
examinamos la constitución genérica del ser humano habitante, hemos encontrado
que las tres dimensiones atribuidas al espacio, así como la dimensión temporal, tenían un lugar
original de residencia en el cuerpo. Podemos sospechar que algo verdaderamente
virtuoso para la historia del pensamiento sucedió cuando la conciencia humana
separó estas dimensiones espacio-temporales de su propio cuerpo y de su
experiencia vital compleja para proyectarlas, abstractas, en el escenario de la
naturaleza disponible entonces para su conocimiento.
Nada
indica que hayamos extraído necesariamente todas
las dimensiones humanas para luego volcarlas a un adecuado y operativo modelo
físico-matemático para dar cuenta cabal de la naturaleza del lugar.
Para entendernos mejor. Hoy: Suelo
Definición
1.
Porción y superficie inferior de un lugar. ║ 2. Amparo modal que procede del
acondicionamiento de la porción inferior de un lugar.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)