Algunas notas leídas en las esferas de Peter Sloterdijk: De Esferas III. Espumas. 17

Bajo puntos de vista pragmáticos, la sensibilidad del ser humano por la diferencia entre lo verdadero y lo falso va unida a la experiencia de que lanzamientos y frases pueden ser certeros, o desacertados y falsos. Decir que los seres humanos dependen del éxito de sus lanzamientos y frases, significa tanto como constatar que les afectan los valores de verdad y que esto sucede ya a un nivel biológico. La seguridad de acierto en los lanzamientos y la confianza en los enunciados es desde el principio un asunto de vida o muerte; por eso la “verdad” tuvo que ser protegida como el mayor bien en las islas de los lanzadores y hablantes.

(Sloterdijk, 2004:327s)

Alegrías esenciales en la ciudad

Paul Fischer (1860- 1934) La dama de rojo (s/f)


La vida cotidiana en las ciudades puede ser, de modo corriente, monótonamente ocre y gris. Por suerte, de vez en cuando, cruza rauda una bella mujer de rojo.

Juicio estético, juicio de valor

El juicio estético, concebido como juicio de valor, es un juicio mediado, no por conceptos, pero si por argumentos.
En él influyen decisivamente la constitución sociocultural del sujeto, la constitución efectiva de su experiencia estética y la modalidad particular que se entabla en la relación sujeto-objeto. El juicio de valor estético es un juicio particularmente interesado en la manifestación del ser de las cosas y de las ocurrencias en tanto ofrecen figuras a los sentidos.

No puede afirmarse que los juicios de valor estéticos puedan ser puros y libres; antes bien es observable que, en determinadas circunstancias, el componente estético es claramente dominante en un marco complejo de juicios de diversa naturaleza.

Todo sobre la calma

Gustave Léonard de Jonghe (1829- 1893) Una calma tarde (s/f)


Tan tranquilo es el lugar que una señorita puede sentarse en plena calle a leer. En la actualidad nos hemos perdido muchas cosas, pero quizá sea la paz el aspecto del que más podemos lamentar su menoscabo.

La estructura fundamental del lugar: cielo, tierra, horizonte

Cuando examinamos la estructura fundamental del lugar encontramos que éste se manifiesta articulado en dos amplias regiones: el cielo y la tierra. El cielo se despliega arriba y es la región de todo aquello que no podemos alcanzar, el origen de todo aquello que se nos impone como estado del tiempo: la luz, el viento, las precipitaciones, el tono general que ampara el lugar. Por su parte, la tierra es aquello que pisamos, el sustento primordial de nuestra existencia, lo que, si bien está a la mano, debemos conquistar, defender y cultivar, el fondo principal de las figuras de los territorios en que habitamos.

Precisamente allí en donde se tocan y diferencian las regiones fundamentales, entre tierra y cielo se despliega el horizonte que los articula y tiene lugar el habitante. Habitamos, en lo fundamental, horizontes. El horizonte es el elemento ordenador de todo paisaje: señala los confines del lugar en la tierra, a la vez que cierra la bóveda del cielo propio del lugar. Todas y cada una de las articulaciones que dan forma particular y que conforman la arquitectura del lugar se disponen en referencia a la figura del horizonte.

Las que dominan espacio y tiempo con su cuerpo

Robert Fowler (1853- 1926) La danza de Salomé (1885)


Uno no puede sino admirarse del dominio que tienen las danzantes del espacio y el tiempo: sus cuerpos los hacen uno.

Las prácticas empresarias de promoción

La promoción inmobiliaria integral, esto es, la promoción de la construcción de edificios destinados a su venta, proviene de la experiencia de las iniciativas en pro del alojamiento obrero y popular. Sea a impulsos de los industriales que procuran alojamiento a su personal, sea fruto de emprendedores especulativos o sea a través de iniciativas de corte filantrópico, la solución empresarial a la cuestión de la vivienda obrera constituye el antecedente de esta forma de promoción. En ciertos casos, se llega a constituir verdaderos enclaves de carácter urbano.

Los promotores tienden a concebir los lugares a producir en primer lugar como mercancías: lo verdaderamente crucial es conformar una oferta comercialmente atractiva. La atracción de la mercancía radica en aquello que parece responder creativamente ante una demanda (“Esto es lo que usted necesita”), aquello que es presentado como oportunidad económica (“Esto que le ofrezco es valioso y sin embargo está al alcance de sus posibilidades económicas”), y aquello que se presenta como una solución a un problema (“He aquí lo que le conviene a sus circunstancias”).

Para entendernos mejor. Hoy: Puerta

Definición
1. Amparo amodal que permite el tránsito entre un lugar y otro. ║ 2. Artefacto practicable que permite abrir y cerrar el tránsito en el vano.

Algunas notas leídas en las esferas de Peter Sloterdijk: De Esferas III. Espumas. 16

El espacio en el que se reparte cooperativamente el peso de las tareas lo llamamos el ergotopo: sus habitantes, los ergotopianos, están unidos en comunidades de esfuerzo. La descripción de su actividad ofrece la imagen de los adultos, érga kai hémera, la crónica de las obras y días de gentes que no lo tienen fácil. Al comienzo, la razón de participar en las indispensables tareas comunes es familiar, totalitario-informal, fundada en la evidencia de la situación o en el dictado de la tradición, más tarde en ritos de iniciación, exigencias profesionales, ataduras que imponen las categorías sociales, más tarde aún, son las prestaciones personales, los edictos, los centros oficiales, los que se cuidan del registro en ergotopo; al final lo que nos sujeta a él son mission statements y las órdenes del día de la opinión pública.

(Sloterdijk, 2004:315s)

Conducta de las puertas

De Scott Evans (1847- 1898) El establo (s/f)


Las puertas ocurren en toda ocasión en donde hay que separar y unir a la vez dos ámbitos diferentes, tan diferentes como para discriminar el lugar de diversas especies zoológicas.

Experiencia estética y vida buena

En el plano de la buena vida trascendente, la experiencia estética es peculiarmente valiosa en tanto ésta afecta enérgicamente ciertos cambios en el rumbo de la existencia cuando ofrece evidencias perceptibles en las formas de lo real.
El sujeto se constituye en su historia, no exclusivamente, pero no en una menor parte, a través de reveladoras experiencias cuyo principal componente es una crítica emoción estética.

La buena vida no sólo se caracteriza por un contenido moral fundamental confrontado con los azares de la fortuna, (Innerarity, 1999), sino que incluye un contenido de hondas y perdurables experiencias estéticas que compendian y estructuran la experiencia vital del mundo tal cual aparece.

La luz y el tiempo

John Atkinson Grimshaw (1836- 1893) Octubre tardío (1882)


En el lugar habitado, la luz no sólo permite apreciar la contextura del espacio. También la percepción atenta de las calidades de la luz hace posible sentir el tiempo: las alternancias de las estaciones, la hora del día, las propiedades de la atmósfera y otras pequeñas pero insustituibles alegrías esenciales de estar vivo.

Las prácticas sociales del proyecto del habitar

Las prácticas sociales de proyecto del habitar son prácticas en que se manifiestan en la acción las demandas sociales explícitas e implícitas acerca del habitar.
A diferencia de las prácticas de concepción, las prácticas de proyecto transforman las demandas sociales en proyectos concretos dirigidos a la realización de las condiciones sociales, económicas y políticas que hagan posible la satisfacción de estas demandas. No siempre las prácticas de proyecto son precedidas necesariamente por prácticas conscientes y plenas de concepción: las prácticas de proyecto se encuentran relativamente más claramente configuradas y difundidas en el cuerpo social que las prácticas de concepción.

Las prácticas de proyecto aparecen más claramente perfiladas en la realidad social toda vez que son prácticas que se han abierto camino con más o menos suceso. Son prácticas que se han mostrado eficaces al articular ciertas demandas con ciertas condiciones sociales, económicas y políticas que ofrecen unas soluciones palpables tenidas como relativamente satisfactorias. Sin embargo, ante las contradicciones que se observan en tales prácticas éstas se beneficiarían de un examen a fondo de las prácticas de concepción implícitas en los modelos ya sancionados en la experiencia social.

Instrucciones para subir una escalera

Victor Horta Escalera en la casa Tassel


Hay escaleras en que es imposible subir o bajar por ellas pensando en otra cosa, distraídos. Cada paso, una ceremonia no del todo secreta.

Sobre la arquitectura del lugar

El fin de todo lugar es en general ser apto para su habitación. Se observa que los lugares formal y materialmente transformados para su habitación resultan más o menos complejos, pero siempre estructurados en una cierta forma, en donde se puede reconocer el fin principal al que se supeditan otros fines secundarios. De lo que se trata, en la Teoría del Habitar, tal como se la concibe aquí, es dar cuenta de esta propiedad trascendente de los lugares, esto es, su arquitectura propia.
En segundo lugar, tenemos que, ante la mirada que lo examina, el lugar se organiza como una estructura jerarquizada de formas y fines. Revelar esta estructura por medio de la observación, descripción y comprensión es uno de los propósitos de la Teoría del Habitar. También en este aspecto, la conformación integral de tal estructura es, en sí misma, una arquitectura.
Por fin, el destino manifiesto de una arquitectura que atienda efectivamente el habitar, es una síntesis arquitectónica de la forma.

Esto quiere decir, concretamente que el resultado final de una empresa arquitectónica destinada a la habitación, es, naturalmente, una arquitectura que no se conforma con su condición de cosa construida, sino que va más allá, hacia la dimensión en que la cosa construida constituye plenamente un lugar.

Para entendernos mejor. Hoy: Cubierta

Definición
1. Elemento que cubre o cierra superiormente un recinto. ║ 2. Amparo que constituye una articulación o filtro ambiental con respecto al cielo de un lugar.

Algunas notas leídas en las esferas de Peter Sloterdijk: De Esferas III. Espumas. 15

Llamamos erototopo al campo o dominio de deseos insular-humano, porque el deseo erótico ofrece el paradigma de cómo la competición afectiva en los grupos estimula y controla, a la vez, la vida del deseo de quienes viven juntos. El dominio erótico se pone en tensión, en tanto que los grupos, por contante autoirritación subaguda, producen una especie de atención suspicaz-concupiscente a las diferencias entre sus miembros. De ahí surge un fluido de celos, que se mantiene en circulación y flujo por miradas inquisitivas, comentarios humorísticos, maledicencias desacreditadoras y juegos competitivos rituales.

(Sloterdijk, 2004:311s)

Situarse

Carl Frederic Aagaard (1833- 1895) Perspectiva sobre el lago Como (s/f)


Estar convenientemente situados es una condición previa y necesaria para el acondicionamiento arquitectónico. Conquistar un buen punto de vista sobre el paisaje es una estupenda demanda social.

El papel de una historia social del habitar

Si el habitar es el objeto de una historiografía idónea, los fenómenos sociales implicados por éste en sus secuencias son la materia señalada.
Mientras que en el plano puramente teórico, los fenómenos aparecen dotados de una peculiar significación, en función de sus relaciones y diferencias mutuas y tal como se presentan las cosas en la actualidad, en el plano histórico, lo verdaderamente significativo es el examen de las condiciones sociales que las han originado tanto así como los procesos que han operado para conferirles su actual contextura.

Es de esperar, con hidalguía intelectual, que el estudio histórico del habitar suponga una revisión radical de toda esta formulación teórica, tal como ha resultado posible enunciarla aquí y de este modo.

Cómo los elementos arquitectónicos se vuelven lugares

Adriano Cecioni (1836- 1886) Las bordadoras (1866)


Para el constructor y el arquitecto una ventana puede ser un simple agujero en el muro y un balcón un agradable ornamento de la fachada. Pero es la vida de las personas los que transforman estos “elementos” en lugares. Por ello, los habitantes son los verdaderos arquitectos de la arquitectura viva.

Las dimensiones de los interiores habitados

La medida tridimensional clásica del espacio alcanza apenas su eficacia sólo para la estimación del alojamiento de cosas.
Pero el alojamiento de la vida humana es algo más complejo que el alojamiento de una simple cosa. Por ello, debe estimarse con exactitud las medidas de amplitud y profundidad que la vida humana demanda de cada estancia. Parte de las miserias del Existenzminimum radica en considerar, pobremente, la vida humana como una simple cosa que a duras penas se conforma por tener largo, ancho y desarrollo.
La vida humana tiene por cierto mucho más dimensiones. Y con la medida de estas dimensiones tiene efectivo lugar el auténtico placer y alegría de vivir. El placer de habitar es el placer de tocar con levedad los lados interiores de las arquitecturas habitadas.

Así, las superficies interiores rozan la vida humana con el placer debido a todos los mortales cuando suscitan ciertas alegrías esenciales.

Alcobas

Hermann Sondermann (1832- 1901) Alcoba en una casa de campo (1886)


Cuando el clima es riguroso y el acondicionamiento de la morada deja que desear, el sueño se arropa con todo lo que se puede.

Recintos sagrados donde tiene lugar la vida

Los constructores megalíticos de los crómlechs han conferido valor sagrado a los recintos practicables.
A lo largo de un dilatado proceso histórico, los recintos interiores han sido consagrados cada vez más al ámbito íntimo y personal. En cierto sentido, la gran historia social del habitar es el proceso mediante el cual la existencia humana adquiere un valor especial en el alojamiento en los interiores.

Ciertos recintos practicables son sagrados precisamente porque allí tiene lugar, de modo adecuado, digno y decoroso, la vida de los mortales.

Para entendernos mejor. Hoy: Muro

Definición
1. Placa de cualquier material, de orientación dominantemente vertical que cierra o limita un lugar. ║ 2. Amparo modal que constituye un cerramiento o filtro ambiental, de orientación dominante vertical que puede tanto limitar un lugar como cerrarlo en un recinto.

Algunas notas leídas en las esferas de Peter Sloterdijk: De Esferas III. Espumas. 14

El signo más visible de la ventaja de sentirse en casa en el grupo es el hogar, el lugar donde se hace fuego; como símbolo de humanidad más antiguo, es la referencia más clara a que los seres humanos no se las arreglan sin un elemento confortante. El fuego alimentado en común encierra la experiencia de que hay protectores naturales que deparan ventajas mientras se les mantenga a la vista cuidadosamente.
(Sloterdijk, 2004:306)

Contundencia de algunos muros

Giuseppe Abbati (1836- 1868) Callejuela al sol (1864)


Se erigen muros para separar con contundencia dos mundos. Pero rara vez constituyen gestos cordiales. Se podría acaso compartir con los caminantes callejeros las calidades del patio.

El arte de habitar y sus poéticas

Puede entenderse que todo habitar particular se ampara en un determinada poética, configurada más o menos conscientemente en virtud de la disponibilidad de distintos niveles de capital cultural, diferentes escalas de valores y factores idiosincrásicos.
Forjar de algún modo una poética del habitar es dotarse de una estructura de reglas según las cuales el hecho efectivo de habitar es un producto, esto es, resultado manifiesto de una contingente producción humana. Cabe aquí la caracterización, debida a Jean Paul Sartre, que enuncia que el hombre es lo que hace con lo que hicieron de él.
En efecto, nuestro habitar es un producto del prolongado proceso vital de la crianza y la endoculturación, a la vez que es una recreación —no del todo consciente, pero siempre crítica— de un legado transformado en un renovado proyecto de vida. Toda vez que se observa en los hechos una pluralidad de modos de vida, estos siguen a una pluralidad de poéticas que las hacen posibles.

Lo sagrado en un lugar

Pieter Neefs el viejo (1609- 1656) Interior de la Catedral de Antwep (s/f)


Desde los tiempos que se erigían las piedras de Stonehenge, a los interiores se les confiere un estatuto sagrado. Hoy deberíamos tratar a todos los interiores como sagrados, tanto como es sagrada la vida que en ellos tiene lugar.

Sobre el desarrollo sustentable

Se considera que el desarrollo sustentable contiene de manera estructurada tres tipos de aspectos: sociales, económicos y ambientales.

El desarrollo sustentable es inclusivo —esto es, alcanza a todos los sectores sociales—, equitativo —si se distribuye con justicia social entre los actores sociales— y resguarda los recursos naturales —si preserva las condiciones del ambiente—. El actual modelo de desarrollo tardocapitalista se muestra, en este sentido, claramente insustentable. Para economistas como Friedrich Hayek, el término justicia social o redistributiva es un concepto vacío, con lo que alumbran un desarrollo económico todo menos equitativo y por supuesto, exclusivo. 

Un viejo amigo

Anónimo Xilografía publicada en Camille Flammarion, La atmósfera (1888)


Este grabado me produjo gran impresión en mi ya lejana infancia. Desde entonces ando buscando el desgarrón de la apariencia de las cosas para ver en su interior. Significativamente, mi recuerdo de lo que aparecía proliferaba en más engranajes que en el original.

Hay más dimensiones en el lugar

Al caracterizar al lugar como un campo, en el sentido físico de la expresión, hemos hecho especial énfasis en el hecho que el habitar tiene efectivo lugar en el espacio tanto como en el tiempo.
Cuando examinamos la constitución genérica del ser humano habitante, hemos encontrado que las tres dimensiones atribuidas al espacio, así  como la dimensión temporal, tenían un lugar original de residencia en el cuerpo. Podemos sospechar que algo verdaderamente virtuoso para la historia del pensamiento sucedió cuando la conciencia humana separó estas dimensiones espacio-temporales de su propio cuerpo y de su experiencia vital compleja para proyectarlas, abstractas, en el escenario de la naturaleza disponible entonces para su conocimiento.

Nada indica que hayamos extraído necesariamente todas las dimensiones humanas para luego volcarlas a un adecuado y operativo modelo físico-matemático para dar cuenta cabal de la naturaleza del lugar.

Para entendernos mejor. Hoy: Suelo

Definición
1. Porción y superficie inferior de un lugar. ║ 2. Amparo modal que procede del acondicionamiento de la porción inferior de un lugar.