Algunas notas leídas en las esferas de Peter Sloterdijk: De Esferas III. Espumas. 25

El imperativo categórico de la ontología agraria: ¡interésate por la cosecha! sólo puede seguirse mientras exista una tensión razonable entre previsión y cumplimiento.
Según eso, la casa de los primeros campesinos sería un reloj habitado. Es el lugar de nacimiento de dos tipos de temporalidad: del tiempo que va al encuentro de los acontecimientos, y del tiempo que, como si anduviera en círculo, sirve al eterno retorno de lo mismo. Las casas se diferencian de las cabañas, con las que durante mucho tiempo siguen estrechamente emparentadas, y a menudo tan semejantes que se las confunde, por su pertenencia al primer proyecto: la conexión de siembra y cosecha. Es verdad que la casa contiene la cabaña primitiva y la supera en tanto que adopta sus funciones: cobijo del sueño, protección del tiempo e insectos, disposición de una esfera de retirada para lo sexual y de una esfera de confort para situaciones de digestión pesada. Al contrario, la cabaña no puede contener una casa porque no tiene proyecto alguno de cosecha y se agota en proporcionar abrigo día a día.
(Sloterdijk, 2004: 391)

Comentarios

  1. Esto de la casa considerado como un reloj habitado es, sencillamente, genial.
  2. La casa agraria se opone a la cabaña de cazadores porque alberga en sí una temporalidad cíclica. Atención a esto.

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