Pequeñas alegrías del habitar (III)

Gerrit Dou (1613- 1675) La cocina holandesa (s/f)

Más allá de resolver el problema acuciante de la comida cotidiana, hay una pequeña pero importante alegría en el habitar en ocasión de un algo especial empeño culinario.
No por casualidad se identifican con el mismo término hogar tanto el fuego como el lugar habitable. Es que con los meditados rituales que promueve la alquimia de la comida se recobra un gesto ancestral de trasformar lo crudo en cocido, la Naturaleza en Cultura, la mera nutrición en gastronomía. El centro energético de nuestro lugar requiere de una concentración, de un ritual eficaz y de un protocolo, todos ellos precisos, apropiados y también misteriosos.

Cuando nos ponemos a cocinar participamos de los más antiguos gestos y nos debemos un escenario y actuación conformes. 

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