Historia universal del cuerpo y el agua

Jean-Léon Gérôme (1824- 1904) Bañistas en el río (s/f)

Antaño, el baño era dominantemente festivo, colectivo y reparador. Para llegar a la actual condición de requisito cotidiano, higiénico e íntimo, ha corrido mucha agua, por cierto.
Es que antes sucedía con menor asiduidad relativa. La frecuentación del agua mejora ciertamente la higiene del cuerpo, pero percude el valor ritual y ceremonioso. Asimismo, el agua apta para el baño escaseaba junto con las circunstancias propicias a su uso. La domesticación plena y eficaz de grandes cantidades de agua potabilizada y acondicionada térmicamente vuelve lo raro en común así como lo sagrado en profano. Por otra parte, el largo proceso histórico que va desde el baño público y colectivo hacia el reducto privado e íntimo, transforma una fiesta grupal en un ritual ensimismado.

Precisamente ahora que nos las habemos íntimos con el agua, el Sagrado Mercado nos atormenta con su prolífica oferta de jabones, geles, cremas, champúes, perfumes y demás cómplices del aliño bienoliente. Por lo que se puede ver en la televisión, es terreno arduamente disputado.

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