Elvinas Vilutis
(1984- )
Verdaderamente no somos
consciente del natural retardo que se produce en las puertas. Para ello a veces
no solo se ornamentan, sino que se incluyen educados traspiés, obstáculos y
hasta se juega con bajar la altura de sus dinteles invitándonos con ello a
realizar genuflexiones inconscientes. Todo vale con tal de hacernos pasar por
ese umbral con mayor parsimonia. (Y parsimonia es una buena palabra para hablar
de las puertas habituales porque remite a ahorro y a lentitud).
Santiago
de Molina, 2019
Esta
niña ya sabe lo que muchos adultos hemos olvidado.
Para
atravesar ciertos umbrales es necesaria una debida parsimonia. Hemos aprendido
con advertencias precisas primero, automatizado luego en la conducta y
producido en los órdenes de las marchas ciertos significativos cambios de
ritmo. En tiempos pasados, las jambas, los umbrales y los dinteles estaban
ricamente decorados, ya que los artesanos sabían de estas pausas ceremoniosas.
Pero en estos tiempos mezquinos, una puerta es apenas una abertura por donde,
desde el punto de vista semiótico, parece que sólo puede uno escabullirse
furtivo.
Cuando
se recupere una poética arquitectónica humanista se propiciará de modos
semiótico y estético apropiados las sutiles pausas en los pasos de las puertas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario