El comedor del hotel

Nicolaas van der Waay (1855- 1936) Soirée en el Hotel Meranerhof  (1920)


Puede que la habitación de hotel, aunque confortable, resulte algo impersonal y extraña a su habitante. Sin embargo, en el comedor, junto a una copa de buen vino es posible sentirse muy ahí, en agradable compañía. Puede que los murmullos y la música de la vajilla  y la cubertería contribuyan a ello.

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