El derecho a una buena vida

Desde el punto de vista ético, la buena vida que todos y cada uno de nosotros nos merecemos, es el lugar propio de los fundamentos morales de específicos derechos humanos.
Estos derechos se han ido reconociendo progresivamente en la historia social de la humanidad; primero los derechos civiles y políticos, luego los derechos económicos, sociales y culturales, mientras que, incipientemente, se revelan en la conciencia social derechos propios del desarrollo de la idea de solidaridad. Desde larga data, el derecho a la vivienda ha sido consagrado, al menos declarativamente, en la legislación positiva de muchos Estados. Sin embargo, es necesario desvelar el fundamento moral que tiene, en el marco general del derecho a un nivel de vida adecuado, digno y decoroso.
Esta indagación apunta a desbrozar el camino a esta acuciante necesidad de encontrar el fundamento moral que resulte en la superación del estadio declarativo, para constituir una consigna ética y política positiva.

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