¿De
qué manera puede la Teoría del Habitar considerar los cruciales elementos
diferenciadores (género, edad, capacidades) de los habitantes?
"Sólo por la filosofía puede experimentar la inteligencia cómo sus pasiones llegan a conceptos". Peter Sloterdijk, 1998
Páginas
- Página Principal
- Pasos dirigidos hacia una estética propia de la ar...
- Estructura fundamental del lugar
- Introducción discutida a la estética
- 3. Los bares
- 2. Los restaurantes
- 1. Los cafés
- Lugares de trabajo
- Poética de los umbrales
- Laberintos del agua y de los cuerpos
- Las prácticas sociales del habitar
- La ética arquitectónica y el derecho a habitar
- Sobre el oxímoron en arquitectura y la morada popu...
- Por qué una teoría del habitar
- Precisiones sobre el pensar arquitectónico
- Teoría del Habitar Una agenda
- El derecho a habitar
- Una pintura del paisaje doméstico
- Poética de la habitación
- La segregación socioterritorial urbana
- Bibliografía actualizada
- Agenda urbana para la Teoría del Habitar
- Papeles sueltos sobre las azoteas
- Disposiciones de las cosas
- La Teoría del Habitar y la sombra del antropocentrismo
- Publicaciones del autor
Oscuras anomalías en ciertos lugares
La puerta de Auschwitz
Las puertas de Auschwitz sólo abren hacia adentro.
Tal
es uno de los más sobrecogedores parlamentos del coro de la ópera La Pasajera, del compositor judío polaco
Mieczyslaw Weimberg. Hemos visto la grabación en DVD de la producción del
Festival de Bregenz y no nos recuperamos de la angustia de esta revelación.
Hubo,
hay y quizá habrá aún puertas que sólo abran hacia adentro. Cuidado entonces
con las puertas con inscripciones. La ilustrada afirma, con un tétrico sentido
fascista del humor: El trabajo os hará
libres.
P. S. Mi gran amigo Sergio Martínez me corrige mi torpe versión de la leyenda: El trabajo libera, en tiempo presente y tono apodíctico. Lo siniestro no tiene límites
P. S. Mi gran amigo Sergio Martínez me corrige mi torpe versión de la leyenda: El trabajo libera, en tiempo presente y tono apodíctico. Lo siniestro no tiene límites
Ventilar la teoría en la vida social
Thomas Rowlandson (1756- 1827) El
colegio de los médicos (1808)
El
habitar es algo demasiado importante para dejarlo en manos de arquitectos o aún
de antropólogos. En particular, sus derivas políticas deben ser ampliamente
discutidas en la vida social.
Derivas políticas de la teoría del habitar
Es
necesario esclarecer el contenido político intrínseco a una teoría del habitar.
- En primer lugar, parece que la teoría permite reconsiderar el contenido de los reconocidos derecho a la vivienda y al incipiente derecho a la ciudad.
- Por otra parte, existe un fuerte cuestionamiento implícito y explícito a las actuales relaciones de poder entre empresarios, personajes políticos y tecnoburócratas, por un lado y los ciudadanos habitantes, por otro.
- En un tercer lineamiento principal, la teoría del habitar promueve de suyo una revisión sistemática de los proyectos sociales del habitar, tal como se los formula de modo tanto explícito como tácito.
En
síntesis, todo un programa teórico-político que habrá que pormenorizar.
El cuerpo, con otros ojos
Yann Forget (s/d). Escultura
erótica en el templo de Neelkanth, India
Es
preciso que prestemos una nueva consideración al cuerpo, superando el
mecanicismo racionalista de Vesalio y Descartes.
Plumas ajenas: Silvia Citro
Frente a la idea del cuerpo como mero "objeto
natural", los estudios socio-antropológicos han permitido demostrar que
los grupos culturales construyen sus propias gestualidades, expresiones
emocionales, modos de percepción sensorial y técnicas de movimiento corporal
cotidianas, rituales y estéticas; asimismo, mostraron las variadas
representaciones, significaciones y valoraciones culturales elaboradas en torno
a los cuerpos, analizando las distintas concepciones anatómicas, fisiológicas,
sexuales y de la salud-enfermedad. Asimismo, en muchos trabajos más recientes,
la corporalidad es entendida como una perspectiva de análisis que se integra al
estudio de diversas problemáticas socio-culturales; los cuerpos no son tratados
entonces como “objetos” de estudios específicos (lo cual llevaría, en cierta
forma, a reinstalar el dualismo), sino que son reconocidos como dimensiones
constitutivas e insoslayables de toda práctica social.
Silvia
Citro
Allí donde volvemos una y otra vez
Guido Marzulli (1943- ) Al N° 16
de la Plaza Mercantil de Bari (s/f)
La
morada no es una cosa construida, como una casa o vivienda. Es un sistema de lugares que tiene un foco
principal, allí donde volvemos una y otra vez.
El sentido de la morada
¿Qué sería de la arquitectura
si no pensamos en las relaciones espaciales que genera el ser humano al
habitar?
Patricia
Barroso Arias
Allí
donde uno se demora habitualmente, es donde tiene su morada.
La
morada no se define, entonces, como una simple cosa, sino que se entiende como una más o menos prolongada y
reiterada vinculación entre un sujeto y un sitio, conformando un lugar. No se
trata tampoco y simplemente de una porción determinada de espacio, sino que es, fundamentalmente, un tiempo que se prolonga configurando un lugar, una estructura
espaciotemporal. Esa estructura espaciotemporal tiene un foco peculiarmente
intenso de sentido en una región del campo y una gradación compleja de valores
en función a los desplazamientos relativos a ese foco.
Disponer
de una morada, por lo tanto, es muy diferente de poseer una vivienda o una
casa, es desplegarse morosamente en un sistema jerarquizado de lugares.
Danza del cuerpo, arquitectura del aire
Andrea Carlo Lucchesi (1860- 1924) Danzante (s/d)
La
arquitectura podría aplicarse a amparar con suma consideración y mérito la
arquitectura del aire conferida por la danza de los cuerpos.
Habitar el aire. I. La danza
Aquellos
que danzan con vocación y talento conquistan con plenitud el aire que habitan.
El
aire, elemento amorfo por excelencia, adopta una forma significativa cuando el
danzante se la confiere por imperio de su coreografía. Pero estos artistas son primus inter pares; dan una versión
excelente de una facultad ampliamente difundida en el género humano. En efecto,
nuestros gestos cotidianos, nuestros recorridos, nuestras actividades también constituyen coreografías
ordinarias que también confieren
forma al aire que habitamos.
Una
arquitectura con vocación de vida debería ofrecer adecuados escenarios a la
danza cotidiana de los cuerpos en el aire.
El sagrado lugar del sueño
Gustave Courbet (1819- 1877) Mujer
reclinada (1866)
Gran
parte del voyeurismo legitimado por el arte tiene un capítulo importante con
las durmientes. Nada más indefenso, nada más confiadamente abandonado, nada más
ajeno a las intromisiones del espía. El voyeur profana un lugar sagrado, el
lugar del sueño.
Un garante de la noche subjetiva
La última
de las diez condiciones es que un lugar es un
garante de la noche subjetiva. (Sloterdijk, 2004:383)
Hay
en el lugar del sueño un valor relativo de seguridad.
Allí
donde nos cobijamos a salvo, podemos abandonarnos al sueño. Constituye un
trastorno grave no contar con las condiciones adecuadas al descanso profundo.
La factibilidad del sueño confortable es una condición que ratifica las
bondades de un lugar con vistas a habitarlo.
Parece
que mientras el cuerpo reposa, la conciencia toma cierta distancia: un lugar seguro y apacible es aquel en que
ambos pueden volver a reunirse con placidez.
La taberna como reducto estratégico proletario
Peder Severin Krøyer (1851- 1909) En
la taberna Winther en Skagen (1886)
El
establecimiento constituye un lugar estratégico para los trabajadores. Es allí
donde obtienen información clave para conseguir trabajo y también es allí donde
reponen fuerzas.
Una zona regenerativa
La novena
de las diez condiciones es que un lugar es una
zona regenerativa. (Sloterdijk, 2004:383)
Esta
característica se vuelve complementaria de la anterior y su articulación en
conjunto conforma la condición
estratégica de la constitución de lugares.
En
efecto, un lugar es, por cierto, el emplazamiento desde donde dirigir la
actividad y, a la vez, es la localización de la recuperación creativa de
energías.
Este
doble papel vuelve el emplazarse un fijar en el espacio social un punto capaz
de servir a ambos aspectos, a la vez que señala una evento crucial en el
devenir del tiempo.
Lugares esforzadamente habitados
Hermann Corrodi (1844- 1905) El
mercader de alfombras (1905)
Un
establecimiento comercial es un lugar intensamente habitado, tanto como la casa
del comerciante.
Un emplazamiento para negocios
La octava
condición fijada por Sloterdijk para un lugar es que éste es un
emplazamiento para negocios. (Sloterdijk, 2004:383)
Suele
vincularse la habitación a la estancia reparadora, descansada y pasiva.
Pero
debe advertirse que también se habitan los lugares dominados por la actividad
esforzada, por las iniciativas y por la resolución de intercambios. Los
tránsitos también son instancias del habitar. Habitamos siempre que tengamos
efectivo lugar, hagamos lo que hagamos.
También
los negocios demandan efectivamente tener
lugar.
La choza originaria
Adriaen van de Velde (1636- 1672) La
choza (1671)
Nuestra
choza es el lugar desde donde partimos en cada oportunidad en busca del
desafío, de la aventura, de la vida breve.
Un campamento base para expediciones al entorno de trabajo y vivencias
La séptima
de las condiciones es que un lugar es un
campamento base para expediciones al entorno de trabajo y vivencias.
(Sloterdijk, 2004:383)
En
cada sistema de lugares particular siempre hay uno, que oficia de origen
general de coordenadas.
Según
cada emplazamiento particular, estaremos entonces diversa y significativamente
apartados de esta localización estratégica. Desde este lugar base parte el
sistema habitual de sendas y se disponen los diversos itinerarios. Cada una de
nuestras incursiones adquiere un cariz particular según nos lleve más o menos
lejos o que los rumbos sean más o menos habituales.
Ese
lugar originario tiene el bello nombre castellano de querencia.
Cuestiones de apertura (65)
¿Cuál
sería el provecho de incluir en la teoría del habitar el concepto de
liminaridad, tal como lo ha propuesto el antropólogo Victor Turner?
Encontrarse
Edward Burne-Jones (1833- 1898) El
espejo de Venus (1875)
La
constitución de un lugar tiene su ceremonia inaugural cuando y donde se vuelve
posible encontrarse a sí mismo, tomar plaza efectiva en el paisaje, tener lugar, estricta y conscientemente.
Un nicho para auto-relaciones
La sexta
de las diez condiciones es que un lugar es un
nicho para auto-relaciones. (Sloterdijk, 2004:383)
Hay
una instancia inaugural en la entrevisión especular de uno mismo con lo que
cada uno se encuentra, en sentido
estricto.
Se constituye
a partir de tal situación fundamental el emplazamiento relativo con el que se
construye, a la vez, identidad, memoria y referencia.
La
expresión de Sloterdijk (auto-relaciones) no debe ser entendida en el sentido
narcisista que padece el encantado, sino, como entiende Bachelard (1942), aquel
que se prepara para investir su puesto en las relaciones interpersonales
Iniciativas
L. Szacinski (s/d) Retrato de Kong
Haakon en su despacho (1906)
El
despacho forma parte integral de una estructura de lugares que le confieren una
fisonomía particular.
Una dirección para iniciativas empresariales
La quinta
de las diez condiciones es que un lugar es una
dirección para iniciativas empresariales. (Sloterdijk, 2004:383)
Un
lugar no se contenta con reducirse a un punto en un plano, una mancha casual en
un mapa.
Forma
parte de una estructura y con ella está compuesto, esto es, situado, ordenado,
dirigido. Si un aquí puede representarse abstractamente como un punto
geométrico, el aquí concreto es resultado de múltiples operaciones que
confieren status y rol específico en el seno de un sistema de lugares.
Es
con respecto a ese sistema de lugares que cada lugar particular cuenta con
sentido y referencia.
Intercambio generalizado
Manuel de la Cruz Vázquez (1750- 1792) La feria de Madrid en la plaza de la Cebada (1780)
Además
de diversas formas de materias y energías, se intercambian informaciones. El
mercado, como lugar, es el ámbito donde se concentra el comercio comunicativo.
Un cruce en una red de flujos de datos
La
cuarta condición fijada por Sloterdijk para un lugar es que es un
cruce en una red de flujos de datos. (Sloterdijk, 2004:383)
Allí
donde se puebla un sitio, prolifera el intercambio de informaciones. Donde
habitan personas hierven los signos. Un lugar adopta una peculiar conformación
en tanto es el emplazamiento en donde se cruzan sistemática y encarnizadamente
significantes y significados.
A los
conocidos procesos de intercambio y transformación material y energética hay
que agregar los flujos informativos.
Bienvenidos dentro y bientenidos fuera
Emil Rau (1858- 1937) Pareja joven
en frente de una casa de campo en la Alta Baviera (1937)
Un
lugar no puede concebirse en términos de puro sitio físico. Un sitio poblado
supone, en principio un nudo de relaciones de hospedaje, de peculiar
contextura, en donde se convoca de ciertas maneras a ciertos sujetos y se
excluye a otros.
Un nudo de relaciones de hospedaje.
La
tercera de las diez condiciones es que un lugar es un nudo de relaciones de hospedaje. (Sloterdijk, 2004:383)
Bajo
la denominación relaciones de hospedaje, nuestro autor caracteriza unas
condiciones específicas que vinculan a las personas entre sí y con los lugares.
La
articulación propio/ajeno hace del hospedaje una función de identidad: el lugar
propio es allí donde y cuando tengo legítimo lugar como sujeto, mientras que, a
la vez, se me sustrae esa condición de otros lugares, en función a la carencia
relativa de vínculos interpersonales y
de localidad adecuados.
Cada
lugar, entonces, es un nudo que articula a su modo a quiénes convoca y de qué
modo.
Excelente artículo que recomiendo
Habrá que seguir la trayectoria de su autor y el devenir de la cuestión.
http://elpais.com/elpais/2017/05/26/seres_urbanos/1495806995_723551.html
Para leer y pensárselo mucho.
http://elpais.com/elpais/2017/05/26/seres_urbanos/1495806995_723551.html
Para leer y pensárselo mucho.
Cuestiones de apertura (64)
Podría
realizarse, de modo sistemático, un estudio de las condiciones de la habitación
en condiciones extremas, elementales o reducidas a su mínimo de necesidad
confrontado con las condiciones cotidianas, elaboradas e incluso suntuarias del
habitar contemporáneo.
A
título de ejemplo, comparar las condiciones de habitabilidad de una humilde
posada del siglo XIX en relación con las correspondientes de un establecimiento
hotelero actual.
Voces
Saritaaaa (s/d) Estudio de
Gestiona Radio (2009)
Con
las voces y sus ecos habitamos logosferas que nos brindan la ilusión,
ampliamente compartida, de habitar un mismo mundo, al mismo tiempo.
Un local de atmósfera transmitida y actualizada
Una
segunda condición sostenida por Sloterdijk es que un lugar es un local de atmósfera transmitida y
actualizada. (Sloterdijk, 2004:383)
Cada
lugar habitado es un ámbito en donde resuena, calma o frenética, la
información.
Estar
en un sitio implica intercambiar constantemente signos: estamos en un mismo
lugar en tanto sabemos más o menos lo mismo aquí y ahora. Compartimos creencias
y ocurrencias y nos situamos en consecuencia. Habitamos logosferas pobladas de
significados.
Una cierta transparencia
Raimundo de Madrazo y Garreta (1841- 1920) Jardín de la casa de Fortuny (1877)
Un
lugar es, en principio, una porción de atmósfera, cercada a su modo por una
figura y, sobre todo, acondicionada por su habitante.
Una porción de aire cercada y acondicionada
Así
establece Sloterdijk la primera de diez caracterizaciones de un lugar: una porción de aire cercada y acondicionada.
(Sloterdijk, 2004:383).
Se
trata de una región relativamente delimitada de una atmósfera, disponible para
la respiración y sostenible en el tiempo, como condición fundamental de todo
emplazamiento apto para la vida. El cercado,
por su parte, en principio es una figura: es la estructura de amparos que
supone un inicial acondicionamiento. Y este último factor es el decisivo un
lugar es tal en virtud de las especiales condiciones que le impone su
habitante.
La
clave, en este caso, es la mención explícita del aire.
Fascinaciones
Anónimo El teatro Alla Scala en
Milán (s/d)
El
exterior construido es ciertamente magnífico, pero lo verdaderamente fascinante
acecha por el lado de adentro.
Plumas ajenas: Artur Rozestraten
A tectônica é compreendida aqui como um campo
qualificado da técnica e/ou arte de construir com intenções artísticas. A
tectônica é o que, nas ações técnico-construtivas, confere qualidade
arqui-tectônica a um edifício ou lugar na cidade. Na ausência da tectônica a
técnica construtiva simplesmente constrói.
Artur Rozestraten, 2016
Habitamos proyectos forjados en el pasado
Antal Berkes (1847- 1938) Atardecer
en la ciudad (s/f)
Mientras
que la forma, el cariz particular, el aspecto efectivo de nuestras ciudades es
efecto de un diseño preciso y presente, las condiciones que la vuelven posible
han sido forjadas en el pasado, a título de proyecto.
Diseño y futuro
Diseñar es darle forma al futuro del mundo en que
vivimos. Sin embargo, por muchos motivos, esto parece una empresa
desesperanzadora fundada en los fracasos de nuestros predecesores,
afirma Tim Ingold.
Pero,
¿es verdad que diseñar es darle forma al futuro del mundo en que vivimos?
Puede
señalarse un matiz terminológico: conferirle forma al futuro del mundo no es
tarea propia de diseño, sino de proyecto.
Y no es que fracase el proyecto como tal, sino que parece que abordamos nuestro
presente con entrevisiones hipotéticas que provienen siempre de un pasado. Diseñar anticipándose a las condiciones
históricas es siempre temerario y falaz. La consecución de la síntesis cabal de
la forma siempre es una operación que se realiza en tiempo presente.
Proyectar,
en cambio, es abrir al futuro condiciones posibles de diseño que se verificará
en aquel entonces.
Cuestiones de apertura (63)
¿Cuál
es la relación actual entre las prácticas artísticas y las teorías del arte?
Un lugar propicio a todos los sueños
Paul Hoecker (1854- 1910) Atardecer
(1897)
Una
arquitectura con vocación de vida es aquella que estimula, promueve e impulsa a
las ensoñaciones de la vigilia que buscan tener su lugar.
Arquitectura con vocación de vida
Norberto
Chávez ha propugnado por una arquitectura
que obedezca a una vocación de vida.
No se
trata, simplemente, de una arquitectura henchida de vida por los azares de la
fortuna. No se trata, simplemente, de una arquitectura viva por su compromiso
con el habitar. Tampoco se trata de una arquitectura meramente fértil para
reproducir y proliferar en ocurrencias logradas. Se trata de otra cosa.
Una
arquitectura con vocación de vida no se contenta con albergarla: de un modo
fundamental promueve la felicidad de
desarrollar la existencia con plenitud.
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