La prospección del espacio por el cuerpo

Maya Plisétskaya y Boris Yefimov

Los danzantes tienen lugar mediante la maravilla.
No es sólo que sus cuerpos resultan, obra del duro disciplinamiento, instrumentos musicales que pulsan las notas del espacio. No es sólo que se liberan de las constricciones de la gravedad para conseguir ser livianos sirvientes del tiempo. No es sólo que consiguen ordenar superiormente todos y cada uno de los elementos de sus cuerpos en unos mecanismos mágicos y sobrecogedores.

Es que consiguen prospectar la música propia de los lugares: buzos del aire, navegantes de las melodías secretas, sutiles exploradores de regiones extrañas de nuestra propia atmósfera.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario