El ejercicio de la habituación

Frederic Leighton (1830- 1896) Estudio en un atril de lectura (1877)

El cursor de la emoción se desliza de forma leve pero inevitable desde la sorpresa al extremo de la habituación.
Es que toda novedad siempre emerge con fecha de caducidad: las figuras tienden a sumirse en el fondo. Las cosas se aplanan sobre un fondo perceptivo en donde son las personas y sus actividades las que demandan prioritariamente nuestra atención. Por ello, al arreglo funcional de cada cosa para cada uso y cada uso en su lugar, le corresponde, en la percepción, a cada figura singular su integración compleja en el atrezzo preciso de nuestro escenario.

Tenuemente visibles, las cosas de vivir no hacen sino mimetizarse en el conjunto orgánico de aquello que tenemos por habitual. Y allí quedan, serviciales y confortantes.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario