La habitación, ilimitada

Château de Barly

Habitar no implica confinarse.
La acción humana de habitar se dilata mucho más allá de los confines espaciales de una habitación construida. Es que la existencia humana puebla con excesos, con desbordes, con sobrepasamientos de toda constricción constructiva. La vida humana cruza los umbrales, atisba los horizontes, guarda memoria de lo que ha sido, repropone las reglas imperantes del juego y de la etiqueta, presta oídos a lo que resuena más allá de los muros, trabaja y manipula los órdenes de las cosas, administra las cuotas de luz.

Pero, sobre todas estas cosas, sueña

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