Prestar oídos (I)


Stan Wayman (1927- )

Los lugares intensamente habitados se agitan en algarabías que deben ser asumidas casi como telones de fondo sonoros, so pena de prematuros agotamientos emocionales.
El poeta se aplica a distinguir las voces de los ecos, mientras que las madres y maestras hacen lo suyo como mejor pueden, separando los signos de prudente alarma de la general inmersión en el estruendo de los infantes. De todos modos, habitar es, de un modo forzoso, estar inmerso en un ámbito sonoro más o menos intenso y más o menos estresante.
En tales baraúndas, no obstante, es preciso prestar oídos en busca de las señales que nos conviene atender.

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