Mario De Biasi,
(1923-2013)
Para
que haya lugar es necesario que opere una tarea social de producción.
Hay
lugar, en efecto, cuando se transforman, se rearticulan y se abren los lugares
con vocación de hospitalidad. Esta tarea social de producción es la
arquitectura cuando está inspirada por la vocación de los lugares establecidos
que se abren al Otro, al Nuevo, al Diferente. Contra esta vocación luchan
activa y primitivamente los instintos de confinamiento, de exclusión
socioespacial y de segregación. Es que vivimos un mundo que nos va quedando
chico, una sociedad que se nos estrecha en torno a los grupos de afinidad más o
menos inmediatos y una ciudad amurallada por una urbanización amorfa para
excluidos. Pero siempre será necesario tenerlo en cuenta; los lugares
constituidos por seres humanos, seres signados por el gregarismo, son y deben
seguir siendo abiertos a que haya lugar para todos.
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