Plumas ajenas: Pedro Azara

La palabra ciudad viene del latín cives (ciudadano). El griego polis, que se suele traducir por ciudad, significa en realidad comunidad o conjunto de ciudadanos. La ciudad propiamente dicha, las construcciones, se decía en griego astû, y esta palabra deriva de un radical indoeuropeo WEI, que significa morar, permanecer, y que se halla también en el tiempo pasado del verbo ser en inglés (was). Es decir, incluso las construcciones materiales, los edificios  se designaban por el tipo  de "acciones" que acogían: la protección del ser. Una ciudad no era una amalgama de obras sino un espacio donde estar, vivir.

Pedro Azara, 2016

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