Habitar sereno

Templo en Borobudur, Java

La experiencia de escalar las plataformas de Borobudur es muy intensa. Cuando uno emerge de los corredores cerrados de las plataformas inferiores para salir al espacio abierto de la parte superior, rodeado de un círculo de volcanes, experimenta una fuerte conciencia de haber escapado a las restricciones físicas y de haber entrado en un mundo más grande. Hasta el turista más curtido tiene la sensación de que no está realizando una mera visita a un sitio, sino los progresos de un peregrino. Los constructores de Borobudur entendieron perfectamente cómo la piedra puede configurar el pensamiento.
Cuando llegué a las tres plataformas circulares de la cima, descubrí que allí las enseñanzas se interrumpen. Ya no hay relieves que expliquen historias, sino unas simples stupas acampanadas con un Buda sentado dentro de cada una de ellas. Hemos dejado atrás y bajo nuestros pies el mundo ilusorio de la representación y la realidad; este es un mundo sin formas. En el punto más alto de Borobudur hay una enorme stupa acampanada. En su interior no hay nada, sólo el vacío: el objetivo último de este viaje espiritual.

Neil McGregor, 2010

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