Atención a lo infraordinario


Ray  Metzker (1931 – 2014) Susurros en la ciudad (1963)

Lo que ocurre cada día y vuelve cada día, lo trivial, lo cotidiano, lo evidente, lo común, lo ordinario, lo infraordinario, el ruido de fondo, lo habitual, ¿cómo dar cuenta de ello, cómo interrogarlo, cómo describirlo?
Georges Perec, Lo infraordinario.

Antes conviene peguntarse para qué interrogar y describir lo infraordinario.
Y una posible respuesta que conlleva una cuota no despreciable de resignado realismo prosaico es que es por el hecho que nuestra vida abunda en ello, separando los episodios singulares, a lo que les prestamos justificada atención por su emergencia, mientras que la sustancia inerte de los días parece casi no suceder. Acaso sólo vivimos en la torva espera de que algo especial suceda, precisamente cuando acontece casi nada. Pero en verdad en ese entonces se van depositando con calma y algo de método ciertos posos en la memoria que sólo en un lejano futuro podremos rescatar del olvido, del tiempo perdido. Quizá lo infraordinario sea la sustancia propia de la vida, aún de las más heroicas y agónicas.
Otra cuestión importante es preguntarse por qué interrogar y describir lo infraordinario. Para quienes queremos construir una Teoría del Habitar operativa y rigurosa, quizá el asedio a lo cotidiano sea toparse de frente con su objeto de conocimiento. Y quizá este objeto de conocimiento se ofrezca así, como un ruido de fondo de la vida, como el susurro que nos envuelve y cobija mientras esperamos los Acontecimientos.

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