Alegrías esenciales (II)


Carl Holsøe (1863 –1935) Dama tocando la espineta (s/f)

Una nota de luz puede ser el desencadenante eficaz de una alegría esencial en el habitar.
Apenas una mancha de diferencia en el flujo luminoso: levemente un destello, un velo de penumbra, o una sombra propicia. En torno a esta ocurrencia, la vida puede latir con tanta calma como plenitud. Si entrecerramos los párpados hasta borrar toda figura, seguramente lo primero y último que percibiremos es precisamente esa nota diferencial de luz en torno de la cual todo cobra un sentido preciso.
Cuando nos alejamos de un sitio habitado, lo último que logramos percibir es, precisamente, la nota de luz que obra como centro vivo de la escena.
Eventos de este tenor son las que, en verdad, hacen a la vida rica y merecedora de ser vivida. Lo demás son adornos sucedáneos, murmuraciones impertinentes y distractores.

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