Una extraña virtud


Carl Blechen (1798- 1840) Interior del patio de las palmeras (1832)

Hay una extraña virtud en cerrar sobre sí mismo un jardín y quedarse a vivir allí. Puede que entonces accedamos a vislumbrar una clave secreta. Eso que Jorge Luis Borges llamó, para siempre, el Aleph.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario