Los pasos en las huellas


Santiago Rusiñol (1861 –1931) El patio de la Alberca (Granada) (1895) 

Acaso no haya mejor fortuna que, aunque sea en un breve instante en la vida, uno logre inmiscuirse en otra mirada, pisar otras huellas, respirar singulares y señaladas emociones que se pueden compartir con extraños, sin culpa.

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