El valor de la serenidad

Peter Ilsted (1861–1933) Después de la escuela (1904)

De la mayoría de las publicaciones de arquitectura y de la prensa diaria, han desaparecido las palabras belleza, poesía, embrujo, magia, sortilegio, encantamiento. Las palabras, serenidad, silencio, misterio, asombro, hechizo. Todas ellas muy queridas para mí.
Luis Barragán

De todas las emociones que puede suscitar o promover la arquitectura, la serenidad es, con mucho, la más importante.
La emoción serena es el estado anímico que nos sosiega, nos permite la calma y la reflexión, nos da lugar a la plena conciencia de estar allí y de buen modo. La serenidad es la condición emocional para la ecuanimidad y la razón alerta y certera.

Todas las cosas buenas de la vida son posibles si contamos, en principio, con al menos un reducto de serenidad para empezar a considerar el mundo.

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