Soñar una terraza

Frederick Arthur Bridgman (1847- 1928) Cleopatra en las terrazas de Philae (1896)

Soñar una terraza es soñar propiamente un sueño, habitar su lugar propio y genuino.
Una terraza que valga la pena soñarla tiene un distanciamiento crítico, mayestático y decidido con el suelo. El cielo se vuelve más próximo, más cómplice; es la pintura de la bóveda propia de la presencia del soñador. Pero lo decisivo en la experiencia vital de una terraza es el dominio explícito del horizonte. Nos elevamos, soberbios y triunfantes, para mejor ejercer legítimo imperio sobre el mundo que hacemos nuestro con la mirada.

Y toda esta gloria no es otra cosa que la simple habitación de una terraza

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