Contra la ciudad adjetivada (XXI) Ciudad de oportunidades

Avenida Corrientes, Buenos Aires

En los documentos oficiales de HABITAT existen infinitos “conceptos” de: ciudad sustentable, ciudad segura, ciudad inteligente, ciudad resiliente, ciudad humana, ciudad democrática, ciudad amigable, ciudad competitiva, ciudad autónoma, ciudad innovadora, ciudad creativa, ciudad del conocimiento, ciudad de la palabra, ciudad dormitorio, ciudad universitaria, ciudad de las artes, ciudad emergente, ciudad equitativa, ciudad inclusiva, ciudad histórica, ciudad de oportunidades, ciudad sostenible, ciudad compacta, ciudad sustentable, ciudad patrimonial, ciudad de todos, ciudad dispersa, ciudad educadora, ciudad vieja, ciudad verde, ciudad a escala humana...
Fernando Carrión, 20161

La filósofa Marina Garcés ha llamado a las ciudades lugares de llegada y con ello ha conseguido dar con un aspecto esencial de lo urbano: la convocatoria de las gentes.
No hay ciudad que se precie que no sea una ciudad de oportunidades. Pero parece descabellado que se fije este carácter como distintivo. Un excepcional o diferencial de este aspecto sólo puede conformar un escenario proclive al puro oportunismo. Y el puro oportunismo es peligroso si predomina sobre la vida urbana: una ciudad sana es una comunidad de asentamiento en donde la sensatez genera una serenidad conmovida, en muy especiales circunstancias por la oportunidad.
Por estas consideraciones, las ciudades como razonables lugares de llegada, deben ser, en principio, hospitalarias y acogedoras, sin dejar sus convenientes resquicios indispensables a la oportunidad.
  
1 Artículo completo en
http://elpais.com/elpais/2016/11/10/seres_urbanos/1478767051_442355.html

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