La ciudad capitalista puede entenderse como el
actual modelo urbano que transforma nuestros pueblos y ciudades en espacios
diseñados para la reproducción económica y la distribución e intercambio de
mercancías, a partir de la implementación de tres procesos:
- la búsqueda del beneficio económico en la ordenación del territorio convirtiendo a los sectores empresarial y financiero en auténticos actores políticos y determinando que cualquier intervención urbana tenga que ser susceptible de reportar algún tipo de plusvalía;
- la progresiva extensión del control y la filosofía capitalistas a todos los ámbitos de nuestras vidas (trabajo, cuidados, consumo, organización política, usos y costumbres del espacio público, conocimiento, ocio, hogar, familia, sexo...);
- la reiteración generalizada de las mismas estrategias de marketing urbano por los planificadores y gestores de muchas otras ciudades similares de fuera y dentro del Estado.
Esther
García García, Óscar Salguero Montaño, Ariana Sánchez Cota y Juan Rodríguez
Medela, 2016
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