El dominio del paisaje

Emil Jakob Schindler (1842- 1892) Vista de Ragusa (1890)

Hay un gesto primigenio en la conquista estratégica del paisaje que se hace de una posición eminente.
Así, balcones, azoteas y miradores son emplazamientos especialmente acondicionados para la apropiación sensible y simbólica del paisaje. Estos lugares se despliegan sobre anchos y despejados escenarios para conseguir vivencias de expansión.
Con la distancia pueden percibirse las principales tensiones fundamentales en el paisaje, aportando la visión un carácter comprensivo y desvelador.

Hay en el paisaje una arquitectura de parajes que permiten un dominio respetuoso y aleccionador: sólo se trata de operar con discreción y sensibilidad.

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