Hacia una teoría del confort (II)

Mary Cassatt (1844-1926) La lámpara (1891)

En principio, en torno a la idea del confort, se atiende a ciertos factores microclimáticos: higrotérmicos, acústicos y lumínicos.
Así se consideran asociadas variables tales como la humedad, temperatura y velocidad del aire en correlación con los períodos estacionales, el tipo de vestimenta y las modalidades de actividad corporal. El acondicionamiento higrotérmico pasivo y la climatización artificial suelen ser los recursos principales para asegurar un marco de condiciones higrotérmicas satisfactorias.
En lo que toca al confort acústico se suele tener en cuenta las intensidades de los sonidos, tanto los eventuales como los niveles de fondo. Se apela al acondicionamiento específico por el control de fuentes, las variables de absorción y reflexión, y a la aislación por cerramientos.
Por su parte, el confort lumínico atiende a la intensidad, distribución espaciotemporal y modulación de la luz, así como la luminancia diferencial de los elementos. Los recursos técnicos disponibles son el acondicionamiento pasivo de la iluminación natural y el diseño de sistemas artificiales específicos.

Todos estos factores de naturaleza microclimática se tienen como fundamentales en tanto afectan críticamente algunos sentidos. Sin embargo, no son los únicos que afectan el confort efectivo.

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