Carl Blechen
(1798- 1840) Vista de tejados y jardines
(1835)
Las
cosas construidas alcanzan, allá en lo alto, su culminación, su remate en la
crítica frontera con el cielo.
Hasta
la más humilde choza tiene en la cubierta su mérito de luchar, denodada, contra
la gravedad, la lluvia, el viento: todo el cobijo parece resumirse allí. El
palacio más fastuoso muestra con orgullo cómo se recorta, magnífico,
triunfante, ampuloso contra el firmamento, al que desafía no sin soberbia.
Allá
en lo alto se dibuja la postrera, la definitiva, la fatal línea de la empresa
arquitectónica: toda su gloria y toda su miseria tectónica se aloja allí.
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