Georg Schrimpf
(1889- 1938) Dos muchachas en la ventana
(1930)
Tiene
que sernos posible otra arquitectura.
Una
arquitectura que no concluya en meras cosas construidas, sino en hechos de vida auténticos, gozosos y
productivos en lugares cultivados al efecto. Una arquitectura viva, porque a lo que confiere forma es
al modo en que la condición humana tiene su lugar. Una arquitectura con vocación de vida porque no
cristaliza en la materialidad construida, sino que origina, propicia e inaugura
historias.
Una poética arquitectónica humanista es la
denominación bajo la cual esta otra arquitectura podrá ver la luz.
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