Édouard Boubat
(1923 - 1999) s/d
El
río, la ciudad, el puente y — ni hay que decirlo— la muchacha; todo tiene un
destino y una razón: la alegría simple de vivir contando con tierra, cielo y un
horizonte propicios.
Para
este regocijo, ningún esfuerzo de arquitecto o de urbanista es bastante. Pero
cuando una muchacha levanta los brazos con placer allí, hemos cumplido.
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