A confesión de parte (X)



“Siento el cansancio de Santiago. Quiero hallar en Valparaíso una casita para vivir y escribir tranquilo. Tiene que poseer algunas condiciones. No puede estar ni muy arriba ni muy abajo. Debe ser solitaria, pero no en exceso. Vecinos, ojala invisibles. No deben verse ni escucharse. Original, pero no incómoda. Muy alada, pero firme. Ni muy grande ni muy chica. Lejos de todo pero cerca de la movilización. Independiente, pero con comercio cerca. Además tiene que ser muy barata ¿Crees que podré encontrar una casa así en Valparaíso?”
Pablo Neruda, 1959

Además tiene que ser muy barata, concluye el poeta.
Esto es, en verdad, difícil de conseguir en el mundo y en la economía en que habitamos. Precisamente las únicas falencias que se le pueden adjudicar a La Sebastiana son aquellos aspectos que revelan una inadecuada inversión en relación con las solicitaciones más que legítimas.
Es que, don Pablo, no hay gangas en la vida terrena.

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