Artur Pastor
(1922-1999)
La
participación política del habitante supone algo muy diferente que la ya
conocida participación del usuario.
En
primer lugar, porque se trata de una participación política, que no clientelar. Y no se trata de un matiz
terminológico. Un habitante que participa políticamente es una persona
empoderada. El empoderamiento del habitante es asunto mucho más arduo y
comprometido social y políticamente que la mera concesión del arquitecto a su
cliente de una incrementada capacidad de negociar formas y contenidos.
No es
para nada secundaria la precisión en torno al status y la función sociales del habitante, sujeto pleno y libre, a
diferencia del comitente, consumidor
puramente mercantil de servicios profesionales. El habitante debe ser emancipado de las asimetrías de la
relación capitalista-mercantil que se entabla entre el arquitecto y su cliente.
Muchos
de mis colegas podrán rascarse la mollera, dubitativos. Pero créanme, ganamos
todos si cedemos en una relación de poder que apenas usurpamos falaz e
injustamente.
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