Marie Šechtlová
(1928-2008)
El
derecho a habitar es una manifestación de una constitucional fraternidad humana.
No
puede entenderse sino de tal manera que el derecho vulnerado a una persona
afecta a todas las demás. Es la humanidad, en toda su extensión y comprensión,
la titular del derecho a habitar. Por esto el derecho a habitar es un derecho
humano constitucional.
Así,
este derecho anda entre las personas,
en las miradas y los abrazos, en los gestos confortantes, en la constitución
plena de un nosotros que cada vez nos
es más necesario pronunciar con hondos compromisos éticos y políticos.
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