La estructura profunda de la casa (VII)


Bert Teunissen (1959)

Los andares se realizan sobre territorios normalizados por distintos tipos de reglas. El mismo andar se sujeta a la alternancia nomotópica. Es en la casa en donde se desarrolla con mayor intensidad una continua y persistente fijación de normas. El orden político social no es sino un caso de la imposición de una arquitectura de reglas sobre los comportamientos, quizá a imagen y semejanza de la doméstica.
Dicen los ingleses My house, my rules. Y quizá tengan una profunda razón, ya que, mediante la estancia y la habituación, la costumbre consigue un imperio singularmente prolijo que no consigue el mismísimo orden social, siempre impreciso, siempre inconsecuente, siempre cuestionable. Pero en la casa cada cosa y cada gesto consigue su lugar, mediante la imposición de reglas de hondo consenso al que se someten de buen grado las voluntades y los cuerpos.
El umbral de la casa es una línea de contundente límite de un campo de juego.

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