Los fastos

Hay momentos en que hasta los más necesitados incurren en la necesidad de ostentar lujos. Cuando estos implican afectación en el gesto y vanidad en la actitud, se habla de fasto.
Se cae entonces en el gasto exagerado, en la magnificencia de la ceremonia y de la adecuación superior del lugar. De la simple casa, entonces, se pasa al palacio, de todo aquello que se manifiesta común u ordinario se pasa a lo singular, lo único, lo sobresaliente

En la ceremonia fastuosa se ordenan lugares y personas, componiendo las figuras del Orden social impuesto a través de jerarquías y reparto de papeles en la representación de este orden: protagonistas exhibidos ante el público que sólo tiene que aplaudir.

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