Santiago Rusiñol (1861- 1931) Jardín
de las Elegías. Son Moragues (1903)
Habitar
un lugar supone interactuar el sujeto con el lugar mediado por todos los
sentidos. Uno de los sentidos más olvidados es el olfato. Pero ¿cómo puede
apreciarse un jardín así sin el aprecio de las cualidades del aire?
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