“una arquitectura social
compuesta de expectativas, apremios y resistencias mutuos, en una palabra, una
primera constitución”.
(Sloterdijk,
2004: 279s)
Hay
quien considera que la arquitectura el arte de organizar espacios. En parte, es
cierto.
Esto
es cierto en parte porque lo que se organiza, en verdad, en primer lugar son
los grupos humanos que habitan los lugares. En consecuencia de esta
constitución de los grupos, se organizan papeles y posiciones, se entablan
estrategias y tácticas sobre el territorio. Luego se organizan espacios y
tiempos. Parece evidente que hay entonces una suerte de arquitectura
constitucional de los grupos habitantes que informa a la arquitectura del lugar
habitado.
Es
necesario observar atentamente esas arquitecturas constitucionales para
conseguir informar con adecuación y oportunidad a las arquitecturas de los
lugares.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario