Paul Hoecker (1854-
1910) Expectación (1900)
La consecuencia adicional más
importante del efecto-silentium se muestra en la separación de lo público y lo privado. Esa
diferenciación, que sirvió de pareja conceptual rectora a las ciencias
políticas tradicionales, hay que remitirla en primer lugar a una modificación
interna del fonotopo, en tanto que distingue situaciones determinadas por
ruidos familiares, de otras en las que predominan los ruidos colectivos. Lo
privado aparece en este contexto como un enclave de comunicaciones suaves, liberado
del ruido del grupo, cuando no como un espacio de quietud y silencio, incluso,
en el que los individuos se recuperan del estrés del sound del colectivo.
Sloterdijk,
2004: 296
Habitamos
unas campanas acústicas en donde nuestro control de las situaciones debe no
poca cosa al aguzamiento del oído.
Constituir
un ámbito privado es sustraerse de los fragores propios de lo público. Es alzar
una distancia de silencio relativo, protegido por fachadas y cortinados. Es
desplegar una blancura acústica donde la más débil tacha murmurante se destaque
a nuestra expectación.
Nos
distenderemos relajados y confiados sólo en el regular resuello de nuestro
interior.
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