Grabado del
Tesoro de Daniel Meisner (siglo XVII)
Sea, pues, en el arriba dicho
sitio anivelado el centro A, Y la sombra matutinal del gnomon en B: de dicho
centro A ábrase el compás hasta el extremo de la sombra B, y describase un
círculo. Vuelto a poner el gnomon donde estaba antes, esperese á que baxe la
sombra, y que nuevamente creciendo, sea igual á la de la mañana, tocando el círculo
en C: luego desde los puntos B y C con una decusacion de compas se buscará el
punto D: desde el qual, y por el centro, se tirará una línea hasta la otra
parte del círculo, en los extremos de la qual están E y F: esta línea será el
índice del mediodía y del septentrion.
Vitrubio
I, IV, 49
Se
empieza a trazar las líneas maestras de una ciudad con el auxilio de un reloj
de sol.
Porque no somos más que sombras.
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